martes, 29 de octubre de 2013

¿Te pareces a Dios?

Mírate en el espejo, ¿te pareces a Dios?, ahora ve a tus papás, amigos, pareja, compañeros, vecinos… ¿crees que se parecen a Dios?. Y no me refiero a una imagen física, sino a nuestra esencia. Como seres humanos fuimos diseñados para parecernos a Dios nuestro creador. “Fue así como Dios creóal ser humanotal y como es Dios.Lo creó a su semejanza.Creó al hombre y a la mujer.” (Génesis 1:27 TLA). Cuando nacemos así somos, pero poco a poco nos dejamos de parecer a nuestro creador, y comenzamos a imitar conductas “tentadoras” pero bastante negativas. Cuando te ves al espejo y hay cosas que ya te sobran, que ya no se parecen a tu diseño original, es decir, que no se parecen a Dios, eso ya está de más.

Pero, no te preocupes, podemos regresar al diseño perfecto, Efesios 4:22-24 dice “Ya no vivan ni se conduzcan como antes, cuando los malos deseos dirigían su manera de vivir. Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear, para ser como él.” Es momento de regresar a nuestro diseño original y ser como Dios, con las características que Él nos dio, y que nos lleven a una mejor vida y nos harán mucho más hermosos. Lo más interesante es que Dios nos puede transformar en segundos, pero en cambio nos va moldeando a través del conocimiento de la Biblia, en otras ocasiones usa a su Espíritu Santo, usa personas con las que convivimos todos los días y las diferentes circunstancias que nos toca enfrentar.

Como sabemos nadie conoce a Dios físicamente, pero podemos conocerlo a través de la Biblia. En la Biblia encontrarás quién es Dios, cómo es, cuál es su propósito al crear al ser humano, qué espera de nosotros, cómo debemos vivir, cómo poder cumplir nuestro propósito, qué va a pasar en el futuro, quiénes somos en realidad y todas las preguntas que llegamos a tener como seres humanos. Hebreos 4:12 dice que: “Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. La palabra de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos.” Sólo cuando estudiamos la Biblia, entonces podemos ser confrontados con la realidad y lo que nuestro creador espera de nosotros y cómo lograrlo.

Dios también usa a su Espíritu Santo, que es la representación de Dios mismo pero en la tierra entre nosotros día a día. Es como la voz de nuestra conciencia. La función del Espíritu Santo es desarrollar el carácter de Dios en nosotros. Solo Él puede quebrantar nuestro ego y nuestra voluntad. Cuando aprendemos a escuchar esa voz, podemos decidir entre lo correcto y lo incorrecto y vivimos en otro nivel. Pero solamente cuando tenemos fe podemos escuchar esa voz.

Las personas con las que convivimos son tal vez uno de los medios más comunes que Dios usa para moldearnos. Me gusta pensar que Dios usa a todos los que nos rodean para formarnos unos a otros, es decir, aquellos que te fastidian están ahí por una razón, como nosotros están ayudando a que alguien más sea formado por Dios. Así que cada vez que sientas que otros están estorbando tu camino, piensa diferente, lo más probable es que Dios los está usando para ajustar, acomodar, quitar o poner algo nuevo en nuestra vida. Él quiere que crezcamos juntos, el aislamiento jamás nos llevará a crecer.

La Biblia dice en Romanos 8:28 que “sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan.” Así que si ten la seguridad que TODO lo que te sucede es porque Él tiene un plan. En muchas ocasiones enfrentamos situaciones difíciles consecuencia de malas decisiones; pero muchas otras nos vienen crisis o conflictos como pruebas de parte de Dios, para formarnos conforme a su plan inicial donde nos parecemos a Él. Las circunstancias de la vida son el momento perfecto para prueba-error con Dios.

Él usa los problemas para enseñarnos a confiar. Las tentaciones para checar nuestra obediencia, porque por más que intentemos no las podemos evitar, pero si podemos hacer lo correcto y ser más fuertes. Aun lo malo que otros nos hacen, Dios lo usa para que aprendamos a perdonar. Él no creó la maldad, pero solo en estas circunstancias podremos aprender a perdonar, ya que es una característica fundamental de la personalidad de nuestro Dios.

Nunca se nos olvide que Dios está más interesado en lo que somos que en lo que hacemos o tenemos. Dice Romanos 8:17 Y como somos sus hijos, tenemos derecho a todo lo bueno que Él ha preparado para nosotros. Todo eso lo compartiremos con Cristo. Y si de alguna manera sufrimos como él sufrió, seguramente también compartiremos con él la honra que recibirá.” Dios tiene todo lo bueno para ti, déjate usar por sus herramientas y transfórmate para alcanzar un nuevo nivel en tu vida.

¡Cambio y Fuera!