Mírate en el
espejo, ¿te pareces a Dios?, ahora ve a tus papás, amigos, pareja, compañeros,
vecinos… ¿crees que se parecen a Dios?. Y no me refiero a una imagen física,
sino a nuestra esencia. Como seres humanos fuimos diseñados para parecernos a
Dios nuestro creador. “Fue así como Dios creó
al ser humano
tal y como es Dios.
Lo creó a su semejanza.
Creó al hombre y a la mujer.” (Génesis 1:27
TLA). Cuando nacemos así somos, pero poco a poco nos dejamos de parecer a
nuestro creador, y comenzamos a imitar conductas “tentadoras” pero bastante
negativas. Cuando te ves al espejo y hay cosas que ya te sobran, que ya no se
parecen a tu diseño original, es decir, que no se parecen a Dios, eso ya está
de más.
Pero, no te
preocupes, podemos regresar al diseño perfecto, Efesios 4:22-24 dice “Ya no
vivan ni se conduzcan como antes, cuando los malos deseos dirigían su manera de
vivir. Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos
y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear,
para ser como él.” Es momento de regresar a nuestro diseño original y ser
como Dios, con las características que Él nos dio, y que nos lleven a una mejor
vida y nos harán mucho más hermosos. Lo más interesante es que Dios nos puede
transformar en segundos, pero en cambio nos va moldeando a través del
conocimiento de la Biblia, en otras ocasiones usa a su Espíritu Santo,
usa personas con las que convivimos todos los días y las diferentes
circunstancias que nos toca enfrentar.
Como sabemos
nadie conoce a Dios físicamente, pero podemos conocerlo a través de la Biblia.
En la Biblia encontrarás quién es Dios, cómo es, cuál es su propósito al crear
al ser humano, qué espera de nosotros, cómo debemos vivir, cómo poder cumplir
nuestro propósito, qué va a pasar en el futuro, quiénes somos en realidad y
todas las preguntas que llegamos a tener como seres humanos. Hebreos 4:12 dice
que: “Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. La palabra
de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más
profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en
claro si son buenos o malos.” Sólo cuando estudiamos la Biblia, entonces
podemos ser confrontados con la realidad y lo que nuestro creador espera de
nosotros y cómo lograrlo.
Dios también usa
a su Espíritu Santo, que es la representación de Dios mismo pero en la tierra
entre nosotros día a día. Es como la voz de nuestra conciencia. La función del
Espíritu Santo es desarrollar el carácter de Dios en nosotros. Solo Él puede
quebrantar nuestro ego y nuestra voluntad. Cuando aprendemos a escuchar esa
voz, podemos decidir entre lo correcto y lo incorrecto y vivimos en otro nivel.
Pero solamente cuando tenemos fe podemos escuchar esa voz.
Las personas con
las que convivimos son tal vez uno de los medios más comunes que Dios usa para
moldearnos. Me gusta pensar que Dios usa a todos los que nos rodean para
formarnos unos a otros, es decir, aquellos que te fastidian están ahí por una
razón, como nosotros están ayudando a que alguien más sea formado por Dios. Así
que cada vez que sientas que otros están estorbando tu camino, piensa diferente,
lo más probable es que Dios los está usando para ajustar, acomodar, quitar o
poner algo nuevo en nuestra vida. Él quiere que crezcamos juntos, el
aislamiento jamás nos llevará a crecer.
La Biblia dice en
Romanos 8:28 que “sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los
que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan.” Así
que si ten la seguridad que TODO lo que te sucede es porque Él tiene un plan.
En muchas ocasiones enfrentamos situaciones difíciles consecuencia de malas
decisiones; pero muchas otras nos vienen crisis o conflictos como pruebas de
parte de Dios, para formarnos conforme a su plan inicial donde nos parecemos a
Él. Las circunstancias de la vida son el momento
perfecto para prueba-error con Dios.
Él
usa los problemas para enseñarnos a confiar. Las tentaciones para checar
nuestra obediencia, porque por más que intentemos no las podemos evitar, pero
si podemos hacer lo correcto y ser más fuertes. Aun lo malo que otros nos
hacen, Dios lo usa para que aprendamos a perdonar. Él no creó la maldad, pero
solo en estas circunstancias podremos aprender a perdonar, ya que es una
característica fundamental de la personalidad de nuestro Dios.
¡Cambio y Fuera!