lunes, 3 de noviembre de 2014

El perfume más fino que Chanel

Jesús estaba en el pueblo de Betania, en casa de Simón, el que había tenido lepra. Mientras Jesús comía, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro. Se acercó a él, rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. Algunos de los que estaban allí se enojaron y dijeron: «¡Qué desperdicio tan grande! Ese perfume se hubiera podido vender por trescientas monedas de plata, y con el dinero podríamos haber ayudado a muchos pobres.» Y se pusieron a criticar a la mujer, pero Jesús les dijo: «¡Déjenla tranquila! ¿Por qué la molestan? Ella hizo por mí algo bueno. Cerca de ustedes siempre habrá gente pobre, y podrán ayudarla cuando lo deseen. Pero muy pronto ya no estaré con ustedes. Esta mujer hizo lo único que podía hacer: derramó perfume sobre mi cabeza, sin saber que estaba preparando mi cuerpo para mi entierro. Les aseguro que esto que ella hizo, se recordará en todos los lugares donde se anuncien las buenas noticias de Dios.» (Marcos 14:1-9)
Una de las escenas más interesantes de la vida de Jesús. Estaban todos cenando en casa de unos amigos de Jesús cuando una mujer llega y derrama un perfume carísimo en los pies y la cabeza de Jesús e impregna toda la casa del delicioso aroma. Casi la mayoría de los teólogos coinciden que esa mujer es María la hermana de Martha y Lázaro, amigos de Jesús. Y Simón el dueño de la casa había sido sanado milagrosamente por Jesús. Enfoquémonos en el perfume que llevaba María. Algunas versiones dicen frasco de alabastro. El alabastro era el material del frasco, muy parecido al mármol, bastante caro; y contenía un perfume de nardo puro carísimo. Traduciendo el costo a nuestros días se dice que el perfume costaba lo equivalente al sueldo de 10 meses de sueldo. ¡Imagínate hacer algo tan loco! Fue un acto de locura, pero de la buena. Ella estaba diciendo que reconocía a Jesús como el mesías, como el ungido, era un acto de amor y respeto hacia él.

Pero los demás no lo vieron así. Todos lo vieron como un gran desperdicio. Pensaron que era mejor gastar ese dinero en los pobres que en Jesús. Sin embargo la respuesta de Jesús es buenísima “a los pobres siempre los van a tener, pero a mi no”. Jesús nos está hablando de prioridades. Ambas cosas son importantes, ayudar a los demás y alabar a Jesús… pero la más importante siempre será alabar a Dios.  La acción de María ha sido la acción de amor más grande demostrada a Jesús. El mayor acto de supremo amor y adoración. Dio más de lo necesario por amor a su Dios.
Toda la familia era un milagro, Simón era milagro de Jesús, Lázaro había sido levantado de la muerte.. ella estaba muy agradecida. María, Martha y Lázaro eran como familia para Jesús, así que ella sentía que lo mínimo que podía hacer era ungirlo con perfume. Cristo merece que demos más de lo necesario porque se entregó por nosotros. ¿Crees en Dios? ¿Crees en Jesús? ¿Tienes fe? El mejor perfume que podemos ofrece es una conducta cristiana que vaya de acuerdo a la fe que profesamos. Su acto de amor es reconocido por Jesús como el mayor acto de amor y lo menciona como trascendente.


A esta mujer no le importó gastarse su sueldo de 10 meses, pero su discípulo lo vendió por 30 monedas. Dios ama la adoración, es nuestro objetivo en la tierra es adorarlo. Dios quiere que lo adoraremos, no hay nada que disfrute más que nuestra adoración. ¿Cómo le demuestras tu amor y devoción a Dios? ¿Cómo podemos entregar nuestro frasco de alabastro? Da lo que tengas, dalo con amor y pasión. Que tu vida sea como un perfume delante de Dios.