lunes, 1 de septiembre de 2014

La verdadera historia de Noé

¿Te suena el arca de Noé? Animales subiéndose a un mega barco a punto de sobrevivir a un diluvio, ¿cierto? Pero esta historia tiene una enseñanza mucho más grande. Cuando la humanidad tenía relativamente poco de haberse formado, la raza humana ya le había colmado la paciencia a Dios, así que Dios se hartó de tanta necedad y decidió terminar con todos. Pero vio a uno en medio de todos los seres humanos que era diferente, uno que valía la pena salvar, y con él su familia. Este era Noé. Dios estaba en descontento con todo el mundo, pero le sonrió a Noé. La Biblia dice que la integridad de Noé fue lo que hizo que Dios se fijara el él, en medio de una sociedad donde la maldad era extrema, la injusticia y depravación eran el común denominador, Noé era justo, casi perfecto en su conducta; y buscaba andar en los caminos de Dios, a pesar de que nadie lo hiciera. Su carácter fue la razón del favor de Dios hacia su vida y la de su familia. Nadie es perfecto, pero Noé daba lo mejor de sí para vivir conforme Dios le pedía, era sincero en su vivir con Dios, y esa sinceridad Dios se la tomó como perfección. Dios siempre ama a los que aman, a pesar de que no sean perfectos.

La Biblia dice que en aquel tiempo los hijos de Dios se mezclaron con los hijas de los que no buscaban a Dios y de ahí salieron gigantes (reales). Ellos eran considerados héroes, eran muy poderosos. Sin embargo Noé, que era “un simple mortal”, fue tomado en cuenta para sobrevivir a la matanza que Dios estaba a punto de hacer por encima de los gigantes… así que importante era el comportamiento de Noé. Realmente era honorable para su época.  Como dice 1º Corintios 1:27Y aunque la gente de este mundo piensa que ustedes son tontos y no tienen importancia, Dios los eligió, para que los que se creen sabios entiendan que no saben nada. Dios eligió a los que, desde el punto de vista humano, son débiles, despreciables y de poca importancia, para que los que se creen muy importantes se den cuenta de que en realidad no lo son. Así, Dios ha demostrado que, en realidad, esa gente no vale nada.” Noé amaba a Dios de todo corazón, buscaba ser fiel en todo y esto le valió por justicia para salvarse y volver a empezar la historia.

Lo complicado de la historia está en la orden que Dios le da. Dios le dice: (Génesis 6:10-22) “Voy a acabar con todos los seres vivientes de este mundo, y dejaré la tierra inhabitable porque está llena de violencia. Así que toma madera y hazte una casa flotante. Úntala con brea por dentro y por fuera, y constrúyele varios cuartos. La casa debe ser de tres pisos, y medir ciento treinta y cinco metros de largo, veintidós metros de ancho y trece metros de alto. Hazle un techo y una puerta en el costado, y también ventanas a medio metro del techo. Yo voy a enviar sobre la tierra una lluvia tan fuerte que acabará con todo lo que tenga vida en este mundo. ¡No quedará nada con vida! »Sin embargo, voy a hacer un trato contigo. Tú, tus hijos, tu esposa y tus nueras entrarán en la casa flotante, y también un macho y una hembra de toda clase de aves, reptiles y animales domésticos y salvajes. Los meterás contigo, para que no mueran. Toma toda clase de alimentos y guárdalos en la bodega, para que todos tengan qué comer».Y Noé siguió con cuidado todas las instrucciones que Dios le dio.” ¡No era cualquier orden! Era la orden más complicada que Dios había dado hasta ese momento desde que fundó la tierra, ¿por qué? Para empezar debes saber que hasta ese momento los seres humanos no conocían la lluvia. La tierra era prácticamente nueva, en Génesis 2:5-7 dice que en lugar de llover emanaba de la tierra un vapor que cumplía la función de lluvia. Así que cuando Dios dice que se va a caer un diluvio por 40 días suena totalmente loco… ¿quién iba a creerle? Además en la historia suena a que se tardó unos cuantos días, pero la realidad los cálculos dicen que se tardó más de 100 años en construir el arca… Imagínate 100 años obedeciendo algo que es “prácticamente” imposible porque nunca has visto que suceda, pero Dios te dijo que va a suceder, y el destino de la humanidad depende de eso.
Y lo mejor de la historia es la última parte: “Y Noé siguió con cuidado todas las instrucciones que Dios le dio”. ¡Wow! No era cualquier orden, llena de especificaciones raras, difíciles, largas, en contra de todos y con “probabilidades humanas poco claras”… Pero Dios cumple su promesa a Noé como solo Dios sabe hacerlo, mejor de lo que podíamos esperarlo. (*Génesis 9:8-17) “Y ésta es mi promesa: Nunca más volveré a destruir la tierra con una inundación tan terrible». También dijo Dios: Acabo de hacerles una promesa a ustedes y a todos los seres vivos de esta tierra, que incluye también a los que todavía no han nacido. Como prueba de esta promesa, pongo mi arco iris. Cuando yo traiga nubes sobre la tierra, el arco iris aparecerá, y me acordaré de mi promesa. Jamás volverá a haber una inundación tan grande como para acabar con toda la vida. El arco iris es la señal de esta promesa».” ¿Sabías el significado del arcoíris? Dios se lo prometió a Noé hace miles de años.
Noé es el ejemplo perfecto de un hombre de fe, paciencia, obediencia, fidelidad y amor por Dios. Seguro lo atacaron bastante y por muchos años (más de 100 años que duró la construcción del arca); Dios no le estuvo hablé y hablé para reafirmar lo bien que iba su proyecto, sólo le habló una vez; tuvo que ayudar a que su familia creyera en lo que Dios había prometido; y debió esforzarse mucho para no perder de vista la promesa de Dios. Su fe lo mantuvo de pie para alcanzar la promesa al final de la tormenta, literal. ¿Listo para parecerte a Noé?  

¡Cambio y Fuera!