jueves, 18 de septiembre de 2014

La oración de Jabes

En medio de 500 nombres que cita la biblia en el libro de Crónicas sobre la descendencia de Israel, te pierdes entre el hijo de fulanito y de perenganito. Pero de repente Dios nos sorprende con un persona muy interesante: Jabés. En 1ª Crónicas 4:10 dice: “En cierta ocasión, Jabés le rogó a Dios: «Bendíceme y dame un territorio muy grande; ayúdame y líbrame de todo mal y sufrimiento». Dios le concedió su petición, y Jabés llegó a ser más importante que sus hermanos.” Y ya… nunca mas vuelve a mencionar a este personaje en toda la Biblia, es más continua con todos los nombres de hijos e hijas por varios capítulos, el escritor solo se detuvo a contar la interesante historia de Jabés.

La única característica que conocemos de este hombre, es que era un hombre de oración. Proverbios 16:3 dice que dejemos en manos de Dios
todo lo que hacemos,
y nuestros proyectos se harán realidad, Jabés hizo exactamente eso. La oración citada es bastante práctica y útil para cualquier circunstancia. Consiste en cuatro partes: pide bendición, tierras, ayuda y protección, ¿quién no querría eso?.

La primera parte, al pedir bendición, a veces a nosotros se nos olvida pedirle bendición a Dios y vivimos de migajas que puedan caer del cielo. En otra versión de la Biblia dice para esta parte “Oh si me dieras bendición”, una especie de exclamación acerca de una mayor bendición. Jabés no está escatimando en su petición a Dios, le está pidiendo en serio. Sabe que es Dios y que puede pedir con confianza y fe.

En segundo lugar pide que le de un territorio muy grande. Otra versión dice que “ensanche su territorio”, ¿qué crees que signifique?. Tiene que ver con darle una visión más amplia, mayor fe, más dinero, mejor salud, más capacidad, más inteligencia, más pasión… ¿Has hecho una oración así? Pídele sin miedo a Dios, que te de más de eso que tienes miedo, de lo que sientes que casi no tienes, con aquello que careces, no todas las carencias son materiales, muchas son emocionales, intelectuales o espirituales. Eso es pedir que nuestro territorio sea más amplio. Porque cuando nuestra visión crece nosotros nos ampliamos.

En tercer lugar le pide que lo ayude, otra versión dice que la mano de Dios esté con él. ¡Que oración tan más completa! Imagínate, ¿qué harías si supieras que la mano de Dios siempre está contigo, que no se aparta? ….La respuesta es: ¡todo! Nos sentiríamos invencibles. La realidad es que la mano de Dios siempre está, pero no siempre lo creemos, dudamos mucho de nosotros y de Dios. Por eso hace falta pedírselo, para recordárnoslo a nosotros mismos. Necesitamos su guía y dirección.

Y por último, Jabés pide que lo libre de todo daño, mal o sufrimiento que pueda pasarle. Si Dios te cuida, quién puede hacerte daño, nadie. Esta oración es tan completa, es la oración perfecta para empezar todas nuestras mañanas después de dar gracias por amanecer un día más. Lo mejor de todo es que al final del versículo que citamos dice: “Dios le concedió su petición, y Jabés llegó a ser más importante que sus hermanos.” En Jeremías 33:3 Dios nos dice: “Llámame y te responderé. Te haré conocer cosas maravillosas y misteriosas que nunca has conocido.” Dios siempre nos escucha y siempre nos contesta. A veces contesta si, a veces no y a veces espérate un poco más. Pero debemos pedirle, Él está ahí con cientos de bendiciones, esperando por nosotros, pero necesitamos pedírselas. La característica de Jabés es que era un hombre de oración, enfocado y de fe. Si no sabes cómo orar, tienes un excelente ejemplo aquí. Ora como Jabés con fe y pasión y empieza a ver resultados en tu vida.


¡Cambio y Fuera!