lunes, 3 de septiembre de 2012

Inteligencia Emocional


El concepto de inteligencia emocional es “nuevo” y está muy de moda. Aquellos que poseen este tipo de inteligencia tienen la capacidad de reconocer sentimientos propios y ajenos, y tienen la habilidad de manejarlos. Sin embargo a continuación relataremos la historia de una mujer mencionada en la Biblia, que demostró ser el ejemplo perfecto de inteligencia emocional. Aun casada con un loco de remate, bipolar, injusto y gandalla… actúa en su favor con inteligencia, y obtiene un beneficio para muchos.

David está en momentos económicamente complicados. Así que durante un buen tiempo sus hombres y él ayudan a un hombre rico con sus rebaños de ovejas y chivas. En aquel tiempo, cuando era tiempo de que esquilar a las ovejas y vender su lana, se daba una porción de la ganancia a todos aquellos que habían ayudado en el proceso de crecimiento de los animales. Así que David, manda a algunos hombres con el hombre rico al que le trabajaron, cuyo nombre era Nabal.  Este hombre era necio (que significa “no hay Dios”), brusco, inflexible, testarudo y muy agresivo.

Pero David era bastante inteligente y astuto en sus palabras, así que mandó decir: “Tus pastores han estado con nosotros; no les tratamos mal, ni les faltó nada en todo el tiempo que han estado con ustedes. Pregunta a tus criados, y ellos te lo dirán. Hallen, por tanto, estos jóvenes gracia en tus ojos, porque hemos venido en buen día; te ruego que des lo que tuvieres a mano a tus siervos, y a tu hijo David.” (1ºSamuel 25:5-8)  Es decir, David le está pidiendo la parte de la ganancia que les tocaba por el apoyo brindado. Pero Nabal era un loco y bastante descarado. Así que le contesta:  Y Nabal respondió a los jóvenes enviados por David, y dijo: ¿Quién es David, y quién es el hijo de Isaí? Muchos siervos hay hoy que huyen de sus señores.  ¿He de tomar yo ahora mi pan, mi agua, y la carne que he preparado para mis esquiladores, y darla a hombres que no sé de dónde son? ” (1ºSamuel 25:9-10)  Nabal desprecia a David de manera agresiva, no lo reconoce y los trata peor que animales, pues afirma que no está dispuesto a compartir de lo “suyo”, aunque hubieran trabajado para ello.

¡Imagínate el enojo de David al enterarse! Su respuesta inmediata ante los hombres que había mandado a hablar con Nabal fue: “Entonces David dijo a sus hombres: Amárrese cada uno su espada. Y subieron tras David como cuatrocientos hombres.” (1ºSamuel 25:12-13)  David perdió la cordura a causa del desprecio de Nabal. Cuatrocientos hombres iban bien armados y dispuestos a matar a aquel loco.

Pero uno de los sirvientes de Nabal se enteró de lo que estaba pasando y tuvo la mejor idea de todas, contarle lo sucedido a Abigail, la esposa de Nabal. Ella era todo lo contrario a su marido, la Biblia dice que era muy inteligente y muy bella. (1ºSamuel 25:14-19) “Entonces Abigail tomó doscientos panes, dos botellas de vino, cinco ovejas guisadas, grano tostado, cien racimos de uvas pasas, y doscientos panes de higos secos, y lo cargó todo en asnos.  Y dijo a sus criados: Vallan delante de mí, y yo los seguiré luego; pero no le dijo nada a su marido Nabal.  Y montando un asno, descendió por una parte secreta del monte; y he aquí David y sus hombres venían frente a ella, y ella les salió al encuentro.” Abigaíl, bastante astuta, decidió ir en plan pacífico y darle a David y sus hombres lo que más querían: COMIDA. Ella sabía que estos hombres habían ido con su marido por su pago, porque no tenían comida, ni fuente de ingresos.. Eran más de cuatrocientos hombres hambrientos viviendo en una cueva en medio de la nada…

Y aunque su marido no lo merecía, Abigaíl actúa a favor de su marido. Así que le dice a David: (1ºSamuel 25:20-28) “No le hagas caso a mi marido, es un hombre perverso; porque conforme a su nombre, así es. Ahora pues, señor mío, Dios te ha impedido el venir a derramar sangre y vengarte por tu propia mano. Perdóname por venir así, pero es cierto que Dios te hará rey, Él peleará las batallas por ti, no lo mates ahora, para que no derrames sangre en vano.” Esta mujer era bastante inteligente, convence a David de no matar a Nabal, pues si va a ser rey, no se verá muy bien en su currículo.

David queda gratamente sorprendido, así que acepta todo lo que aquella mujer acaba de hacer.. y la deja ir en paz, prometiendo que no irá a matar a su marido. Así que Abigaíl regresa a su casa, pero al llegar, su marido está muy borracho y ella prefiere contarle todo hasta que le pasaran los efectos del alcohol. A la mañana siguiente, cuando aquel hombre revivía de su borrachera, comienza a contarle, y fue tal la sorpresa de Nabal que le dio un infarto y murió. Tiempo después, David oyó la noticia y se casó con Abigaíl.

¿Te imaginabas este final tan loco? En medio de conflictos vale la pena ser inteligentes y astutos tanto en las palabras como en los hechos. Pide consejo a Dios. Recuerda tratar un conflicto a la vez, poco a poco. Dios se encargará de acomodar las cosas y recompensarte.  Si no puedes hacer nada, espera. Se paciente.  Esperar no cambia situaciones, nos cambia a nosotros.

¡Cambio y Fuera!

jueves, 30 de agosto de 2012

Los Vengadores


El protagonista de nuestras últimas entradas es David, el famosísimo rey David de la Biblia. Si no has escuchado de él, al menos en las mañanitas (en México) que te cantan en tu cumpleaños lo oyes.  Era tan valiente, excelente guerrero, le iba tan bien y Dios le había prometido ser rey de Israel; que el rey “actual” Saúl lo odiaba a muerte. (1 Samuel 23:14) Y David se quedó en el desierto en lugares fuertes, y habitaba en un monte en el desierto de Zif; y lo buscaba Saúl todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos.” ¿Tu te imaginas que un loco desquiciado, que carga una lanza en la mano de día y de noche, te persiga TODOS los días con tal de matarte?. Definitivamente es para morirse de miedo y buscar esconderse lo más lejos de donde aquel loco habite.  Yo creo que lo último que David se imaginaba, es que estaba siendo preparado por Dios; para él lo único que sucedía era que Saúl lo acosaba hasta que lograra matarlo.

Lo peor es que ya no era nada más Saúl el que intentaba matarlo, también era el ejercito completo. El ejercito israelí en ese entonces era conocido por ser un ejercito fuerte y bien preparado, además de ser dirigido por un rey bipolar que odiaba a David. Saúl y el ejército de Israel atacan a los filisteos, como parte de sus labores de conquista, sin embargo Dios los hace perder, porque le quería dar ventaja a David, que tuviera tiempo de buscar un lugar (una cueva) mejor para esconderse.

Y a continuación se narra una de las historias más impresionantes de la Biblia. David tiene la oportunidad de matar a su enemigo Saúl. Recordemos que David vivía en una cueva, donde no hay luz, ni electricidad.. solo arbustos y rocas salvajes. Saúl andaba por aquellos rumbos en búsqueda de nuestro protagonista y literalmente la naturaleza lo llama, es decir, su proceso de digestión estaba en proceso… suena grotesco, ¿cierto?, pero aun el rey más fino tiene este tipo de necesidades. Así que le dice a su ejército que se queden por ahí, mientras el se esconde en una cueva para hacer lo suyo. Imagínate la situación, Saúl en cunclillas, semi-agachado, recargándose con una mano de alguna roca por ahí, sosteniendo su túnica para evitar accidentes… creo que no hay una situación más vulnerable para cualquier persona, es el momento más débil aun para el más poderoso.

Pero de todas las cuevas que pudo haber escogido, estaba en la cueva donde David habitaba… ¡te imaginas!. Claro que David estaba al fondo junto con sus cientos de guerreros. Sin embargo, uno de ellos se percata de quien esta en la entrada y sobretodo de lo que está haciendo, y rápidamente manda llamar a David. Era la oportunidad perfecta, prácticamente “caída del cielo” para matarlo. ¿Qué harías si tuvieras a tu enemigo en una situación tan vulnerable?

Y en esta ocasión el loco es David, ya que decide que solo le cortará un pedacito de la capa que traía Saúl, no lo va a matar. Saúl estaba tan concentrado en otras cosas, que ni sintió cuando David le perdonó la vida, a pesar de tenerlo en posición privilegiada para ejercer ventaja. Por situaciones como estás llaman a David “el hombre conforme al corazón de Dios”, porque aun cuando parecía tener una excelente oportunidad de venganza. Reconoce que solo Dios le puede quitar la vida al rey, su conciencia del bien y el mal, basado en Dios es mucho más fuerte. David demuestra que puede ser íntegro, a pesar de lo que tenga enfrente. Y decide respetar la autoridad del rey.

Me imagino que cuando los 300 guerreros que estaban en la cueva con él se dieron cuenta que no había matado al rey, estaban decididos a irlo a matar ellos mismos, David estaba actuando “sin sentido” aparente. Sin embargo es momento de que David les explique a sus 300 hombres que no atacará a Saúl en medio de su debilidad. (1º Samuel 24:7) “Así reprimió David a sus hombres con palabras, y no les permitió que se levantasen contra Saúl. Y Saúl, saliendo de la cueva, siguió su camino.”. Hace lo correcto y logra que todos lo apoyen; poco común, ¿no?.

Acaso, ¿influencias a otros de manera positiva? o ¿dejas que te influencien?. El reto es buscar influenciar con los principios de Dios. Solo si confiamos 100% en Dios somos capaces de influenciar y convencer a otros.

Dicen que la venganza es dulce, pero te garantizo que no trae muy buenas consecuencias. Solo de Dios es la venganza, de cualquier tipo. Siempre estaremos rodeados de gente que mueren por vengarse, sin embargo no olvidemos que somos de Dios, y él tiene la mejor respuesta.

Pero David tampoco se queda con las manos cruzadas, así que espera a que Saúl termine y salga de la cueva para confrontarlo. Era una tentación muy grande comenzar a correr un rumor sobre como David estuvo a punto de matar al rey, pero eran “tan bueno” que le había perdonado la vida; sin embargo prefiere confrontar con la verdad al involucrado y no a los chimosos y metiches. David le deja bastante claro a Saúl que él es un hombre íntegro. Al pobre Saúl no le quedaba más que reconocer la proeza que su enemigo había hecho en aquel día. Así que el rey hace algo inaudito, reconoce que David será rey y le hace jurar que protegerá a su familia. Cabe aclarar que no por eso lo deja de perseguir… no se nos olvide que es bipolar. (1ºSamuel 24:8-22)

Lamentablemente muchas veces se aplica el dicho “el león cree que todos son de su condición”, es decir, esperamos que todos sean malos, o esperamos lo peor de los demás; porque estamos acostumbrados a ser así. El maltrato, enojo, coraje e ira siempre serán inevitables al convivir con imperfectos como nosotros, por lo que el deseo de venganza será constante, sin embargo ¿qué decides? ¡Pídele ayuda a Dios! Somos justos por decisión personal y por consciencia propia, no esperando una recompensa. La venganza es de Dios. Nunca te arrepentirás de perdonar.

¡Cambio y Fuera!

lunes, 20 de agosto de 2012

Los Cavernícolas


Imagínate un cavernícola...

¿Listo?

Con ropa vieja o con pieles de animales cubriendo su piel, descalzo, greñudo, talvez un poco sucio, con un hueso en la cabeza, en en ambiente bastante precario... Ahora imagínate 400 cavernícolas viviendo en una cueva... ¿Atractivo? ¡Para nadaa!

David, el famoso rey, cuya historia ha trascendido por miles de años; pasa una temporada viviendo solo en una cueva... con 400 exiliados, muy parecidos a la definición anterior. El capítulo 22 del primer libro de Samuel relata una parte bastante triste de la vida de David. 

Después de volverse el archienemigo de Saúl, el rey de Israel, nuestro protagonista tuvo que huir a la tierra de los eternos enemigos de Israel, los filisteos, como exiliado, casi irreconocible, completamente solo… y sin esperanza alguna. Literalmente se va a vivir a la cueva más perdida, fea, aislada y en lo obscuro de lo obscuro… Estaba en una cueva aislado del mundo. Estaba justo en el lugar y momento para que Dios lo moldeara y comenzara a utilizarlo. Dios le había prometido que sería el rey de todo un pueblo, sin embargo todavía no estaba listo. Dios lo había elegido por su corazón, pero le faltaba un poquito para madurar y tener el carácter para ser rey. Estar en la cueva no era el fin de su historia, aunque pareciera que caer en una cueva, como en la que David se encontraba, es el fin de la vida y la peor situación en la que alguien podría encontrarse.

Y es que cuando estás en la cueva, o como decimos en México “en el hoyo y cavando”, a veces solo queremos estar solos. David no se valoraba a sí mismo y creía que por lo tanto nadie lo valoraría. Le había ido tan mal, que tuvo que entender que era necesario pedir ayuda. Y Dios le manda como primera ayuda, a su familia. (1ºSamuel 22:1)

Después de esto, Dios le manda 400 hombres para que se conviertan en su nuevo ejercito. Sin embargo, estos hombres tenían ciertas características que ayudarían a David a formar su liderazgo. Eran todos los exiliados del pueblo de Israel, eran lo peor de lo peor.  (1ºSamuel 22:2). Eran los oprimidos, los endeudados, y los amargados… ¡Imagínate rodearte de este “tipo” de gente!. Literalmente David estaba encerrado con los cavernícolas, que anteriormente se describieron, en una cueva olvidada.  Más tarde la Biblia les llama: “los valientes de David”. Porque realmente la cueva dejó de ser un refugio y se convirtió en un entrenamiento. Que irónico, nadie pensaría que soldados eran entrenados ahí, era el lugar más olvidado del mundo. A partir de ese momento David no estaría solo, David se dedicó a inculcarles: orden, disciplina, carácter y dirección.

Y es interesante comparar el David al inicio de su llegada a la cueva, y el David de este momento. En medio de la soledad, depresión e incongruencia aparente, el personaje de nuestra historia necesitaba sufrir lo suficiente para reconocer su necesidad. Se sabe que en esta etapa de su vida, escribió el Salmo 57: “Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;Porque en ti ha confiado mi alma,Y en la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los quebrantos.Clamaré al Dios Altísimo,Al Dios que me favorece.El enviará desde los cielos, y me salvaráde la infamia del que me acosa; Dios enviará su misericordia y su verdad.” Cuando sufrimos necesitamos decírselo a alguien, especialmente a Dios. David tuvo que ser lo suficientemente honesto para clamar por ayuda, y humilde para aprender de Dios.

Suena duro, pero si hay que vivir en una cueva, ¡acéptala!.. Conviértela en un lugar de entrenamiento, y no te dejes caer en las garras de la depresión.

Todos en algún momento, hemos estado afligidos, porque dado que todos somos pecadores, o como me gusta decir, todos tenemos nuestras cochinaditas internas, por lo tanto el sentimiento de culpa nos acusa. Estamos rodeados de enemigos internos y externos, por lo tanto el sentirnos incomprendidos o en una cueva profunda nos puede tomar por sorpresa. Así que o buscamos a Dios, o seguiremos cavando.

Tengo la teoría personal de que hay tres tipos de personas respecto al fracaso, representado como cueva en esta historia: los que han fracasado, los que están fracasando y los que van a fracasar… Es decir, todos hemos sido fracasados, somos o seremos… Vivir rodeados de cavernícolas es parte de la vida, así que observemos la historia de David como una reflexión de que solo acercarnos a Dios convertirá la cueva en un entrenamiento intensivo para el verdadero propósito de nuestra vida. El Salmo 31, escrito por nuestro protagonista refleja bastante bien la esperanza en Dios; (Salmo 31:1-3) “En ti, oh Dios, he confiado; no sea yo confundido jamás;Líbrame en tu justicia. Inclina a mí tu oído, líbrame pronto;Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme. Porque tú eres mi roca y mi castillo;Por tu nombre me guiarás y me encaminarás.” Dios es nuestra esperanza, busca que sea tu mejor compañero en medio de los cavernícolas, pronto se convertirán en tu mejor apoyo. 

¡Cambio y Fuera!

jueves, 2 de agosto de 2012

El llanero Solitario

¿¿¿Recuerdas al Llanero Solitario???

Te doy una pequeña reseña: El Llanero Solitario ha sido uno de los personajes televisivos más populares desde 1933... Era un vaquero (texas ranger), único superviviente de un ataque..  con un antifaz negro y su inseparable compañero Toro. Estaba armado con revólveres que disparaban balas e plata que podían  herir, pero nunca matar. Cabalgaba sobre Plata, su fiel caballo. Andaba "completamente" solo, siendo el gran defensor en el paisaje...

Sin duda una de las mejores historias de "súper héroes" que se ha contado.. Y es que el famoso rey David tiene una faceta de "llanero solitario".. En este momento de su historia como "rey electo" solamente.. El rey actual Sául ha armado una guerra civil para matar al pobre David. El joven valiente que los había salvado del gigante, pero su fama y galanura lo habían convertido en el enemigo del rey  Saúl. A causa de sus celos y caprichos, levanta a todo el reino en contra del mejor elemento de su ejército: David. En varias ocasiones intenta matarlo con una lanza. ¡Ah! Es que Saúl vivía cargando una lanza, por si se le antojaba matar a David en una rato de locura. Y por obvias razones a David comienza a darle miedo y temor la situación.

Ante esta complicada y negra situación… David comienza a recurrir a las personas en las que más confiaba y que podría ayudarle. Realmente no había hecho nada malo, era una buena persona, había matado al enemigo nacional (Goliat, el gigante), era obediente en su casa, desempeñaba muy bien su nueva labor… Todo parecía bastante injusto.

Así que en uno de los intentos que Saúl tuvo para matarlo.. David huye. Al huir pierde su reputación, porque se convierte en el enemigo del rey, así que toda posición social y política dejan de ser importantes. En primer lugar recurre a su esposa, Mical; recordamos que como “premio” o “recompensa” por haber matado al gigante Goliat, el rey le otorgó a David a la princesa Mical como esposa. Al llegar David con Mical, esta lo ayuda a escapar. Cuando el rey Saúl, papá de Mical, se da cuenta que su hija dejó escapar a su enemigo David, le dice: (1ºSamuel 19:11-17) “Entonces Saúl dijo a Mical: ¿Por qué me has engañado así, y has dejado escapar a mi enemigo? Y Mical respondió a Saúl: Porque él me dijo: Déjame ir; si no, yo te mataré.” Nada peor para aumentar la furia del rey, que decir que David amenazó de muerte a su hija. David no pudo volver a contar con su esposa.

Después de escapar con la supuesta ayuda de Mical, David va con su consejero, guía y profeta Samuel. Sin embargo al poco tiempo Saúl lo descubre y tiene que huir. De aquí corre a ver a su mejor amigo Jonathan, hijo del enfurecido Saúl. Al llegar le expone todo lo que esta pasando y Jonathan, siempre fiel, decide que lo ayudará. En estas fechas se celebraría la fiesta de la luna, David al ser, aun, el hierno del rey era “obligatorio” que se presentara a la fiesta. Así que David y Jonathan deciden poner una prueba para medir el odio y rencor de Saúl hasta este momento. Jonathan va a la fiesta y Saúl le pregunta por David, el príncipe solo dice que David fue a pasar las fiestas con su padre. Sin embargo se dan cuenta que Saúl está verdaderamente fúrico y Jonathan ayuda a David a escapar, una vez más.

David fue la primera representación del Llanero Solitario, estaba completamente solo. No podía permanecer en el país, ya que había órdenes estrictas para entregarlo al rey y matarlo. Así que decide huir a la tierra de sus enemigos, los filisteos. Es muy curioso como va a pedir ayuda a la tierra de aquel gigante que con tanto orgullo había matado, ahora va rendido, inseguro, cansado, triste, desesperado… a pedir ayuda. Cuando llega se da cuenta que todos están reconociéndolo como David, el fugitivo de Saúl, así que le da mucho miedo, pues piensa que podrán acusarlo y matarlo. Por lo que pierde lo último que le quedaba… su dignidad y respeto por sí mismo. David literalmente finge estar loco, dejar escurrir su saliva, se arrastra en la tierra, pretende estar loco, pasa desapercibido y lo mandan a una cueva.

A pesar de saber que no había hecho nada malo y toda la situación era muy injusta… no había ido a pedir ayuda a Dios. David tenía muchas muletas o ayudas para sostenerse, pero olvidó que solo necesitaba a Dios. Si nos apoyamos en alguien o algo más, diferente a Dios, no podremos apoyarnos en Él. Escoge. El profeta Isaías 41:10 nos recuerda: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. ” El problema de tener muletas diferentes a Dios, es que nuestro enfoque es solamente horizontal, Vemos hacia los lados y no hacia arriba. Siempre habrá un mejor panorama desde arriba. Las muletas son solo un alivio temporal. No busques remedios caseros, busca a Dios.

Para que acumular sufrimiento, si desde el principio podemos apoyarnos en Dios. Recuerda que Él nos creó, por lo tanto nos diseño para depender de Él, el problema es que siempre buscamos depender de algo o alguien más, a sabiendas que no es la mejor opción. ¿Cuáles son tus muletas para sobrevivir? ¿Estas dispuesto a renunciar a ellas antes de que Dios te las quite?... No te hagas el valiente y creas que el llanero solitario gana la batalla, pide ayuda a Dios y deja a un lado aquello que te da seguridad temporal. Por lo pronto David estará un buen rato en la cueva, completamente solo.

¡Cambio y Fuera!

lunes, 18 de junio de 2012

Mate a un gigante, ¿y ahora qué?

Pasamos más de 6 horas diarias pensando en qué va a pasar mañana. Es decir, dejamos de vivir el presente para enfocarnos en el futuro, que es incierto, hay 50% probabilidades de que si pase y 50% de que nunca suceda, nadie ha estado allí, pero nos quita mucho tiempo del que si nos consta que tenemos.  Nos come la incertidumbre, no somos capaces de tener fe, confianza o paciencia de lo que está por venir. Por eso es que los horóscopos, lectura de cartas, de café, de mano… de lo que sea y se deje, son tan famosos. Nos morimos por saber lo que pasará. Me pregunto cuándo fue la última vez que le diste gracias a Dios por no saber lo que pasará? Respuesta honesta: NUNCA.

El no conocer el futuro nos obliga a tomar un día a la vez. Jesús nos recomienda en el evangelio según San Mateo 6:34, que no nos afanemos, preocupemos, estresemos, ni comamos ansias del día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. Disfrutemos el momento, malo, bueno, regular… pero el momento.

La enfermedad del no saber qué pasará le pasó a David, el famoso personaje de la Biblia. Sí, el que mató a Goliat. De hecho la incertidumbre llega a su vida justo después de matar a David. Imagínate que siendo un muchacho de 17 años aproximadamente, sin tenerlo en mente, te topas con un gigante de 3 metros y más de 200 kilos entre cuerpo y armadura que te quiere matar a ti y a todo tu país, y no hay nadie lo suficientemente valiente para enfrentarlo; sin embargo, tú decides hacerlo porque tienes fe en Dios. Para sorpresa de todos, le ganas y cortas su cabeza como señal de victoria. Nadie de los tuyos lo puede creer. Pero la vida de David estaba a punto de cambiarle para siempre. Era obvio que un acto de valentía tan grande e impresionante no podría quedar en el anonimato. Casi casi David se acababa de sacar la lotería.

A David le había prometido que sería rey de su pueblo, pero en ese momento Saúl era el rey. Así que la recompensa no fue ser rey. Para empezar David se convierte en el héroe nacional. El rey Saúl había prometido que daría la mano de la princesa al que matara al gigante; así que David se vuelve el esposo de la princesa del reino. Era toda una celebridad y pieza clave de la corte real. Al casarse con la princesa, que por cierto no conocía, se ve obligado a convivir con Saúl día y noche. Antes de ser el protagonista de la novela, David cuidaba ovejas y chivas bastante lejos del reino. Dejó a sus chivas cuando mató al gigante, pero al terminar la pelea… ni siquiera lo dejaron regresar con sus ovejas (1ºSamuel 18:2). La vida le cambia de la noche a la mañana. Se vuelve el sueño de cualquiera… ¿Qué sentirías si de un día a otro eres el héroe nacional, esposo de la princesa del reino, famoso y poderoso? A pesar de todo, David lo toma con calma. Sobretodo en comparación con muchos deportistas estrellas jóvenes que saltan a la fama y ya arriba no saben que hacer con todo eso.  Su nueva vida lo vuelve inseparable del rey, por lo tanto sumiso y en plena capacitación para ser rey, claro, sin darse cuenta. Y de hecho Saúl, el rey, tampoco  sabía que él mismo estaba capacitando a David para ser el próximo rey.

Justo aquí cuando está en la cima, adaptándose a su nueva vida, es que Dios le manda un buen amigo al protagonista de nuestra historia. Muy buena falta le haría, estaba a punto de entrar en una temporada de crisis continua, persecución y depresión. Así que Dios pone en escena a Jonathan, que tenía la peculiaridad de ser el hijo del rey Saúl (el heredero al reino de manera natural). Hay cuatro características que Jonathan tuvo y lo convirtieron en el mejor amigo de David. Primera, estaba dispuesto a sacrificarse por su amigo, es decir, un buen amigo no te sonsaca y apoya tus decisiones. Si sabe que tus papás son estrictos, no busca burlar sus reglas, no te pone trabas para que caigas, al contrario. Jonathan era el heredero natural al reino, pero sabía que David era el hombre que Dios había indicado ser rey, así que lo aceptó y lo motivó, jamás buscó aplastarlo. La segunda es que es un defensor leal, no hace chismes de ti, no habla de ti a tus espaldas, ni deja que otros lo hagan. La tercera es que con él puedes ser tu mismo, no importa la situación por la que pases, no te critica. En 1ºSamuel 20:41 vemos que David lloró hasta revolcarse en el piso frente a Jonathan y este jamás lo critico. Más adelante en la loca historia de David y el Rey Saúl veremos que Jonathan es el motivador número uno de David, no buscaba avergonzarlo, ni aplastarlo, al contrario, era su fan número uno.

Un buen amigo era muy necesario porque la relación David y rey Saúl se volvió muy tensa, comenzaron a  convivir día y noche, y todo iba bastante bien, hasta que los celos comenzaron a correr en la sangre de Saúl. David era el héroe nacional, así que tenía éxito, y todo el pueblo lo quería (1ºSamuel 18:5,14). Era exitoso, porque no era hablador, era prudente en sus palabras, por lo que era aun más querido por el pueblo, al no ser fanfarrón. David estaba dispuesto a aprender y siempre tenía una buena actitud ante la instrucción de Saúl. Por lo que al poco tiempo, el rey Saúl se enoja muchísimo  y  los celos lo corroen. ¿Eres celoso  o conoces a alguien celoso? ¿Has visto un arranque de celos, lo que puede provocar? Piensa en esa situación pero multiplicada por mil… Así estaba ya la cabeza de Saúl. Pero David, se mantuvo tranquilo, tenía motivaciones, acciones y liderazgo sano. Pero Saúl tenía un problema muy grande, Dios ya no estaba con él, ni lo estaría.. Así que los celos comenzaron a gobernar su vida. La alerta estuvo en que el rey Saúl se da cuenta  que Dios estaba con David. Y a partir de ahora Saúl se concentro en amargarse la vida y amargarle la vida a David.

Cuando David estaba enfrentando a Goliat yo creo que no tenía ni idea de lo que le esperaba, de todo lo que traería el hecho de matar a aquel que estaba intimidando a su pueblo. Y es que si supiéramos lo que va a suceder, tal vez no tomaríamos ninguna decisión.  No conocer el futuro nos obliga a tomar un día a la vez. No vale la pena gastar 6 horas del presente en pensar en el futuro, mejor usémoslas de manera provechosa. Recuerda que tener un amigo nos ayuda a enfrentar las crisis y las temporadas malas. Y jamás se te olvide ser positivo y prudente es la mejor reacción ante un enemigo; si David le hubiera seguido el juego a Saúl serían dos locos peleando. ¿Batallas con los celos, la ira y la loquera? Decide ser prudente y que Dios te controle, en lugar de que tus emociones te controlen. ¿Te da miedo no saber qué va a pasar? ¡Tranquilo! Nadie mejor que Dios para tomar el control, si lo tomáramos nosotros, seguramente el futuro sería bastante malo.

Cambio y Fuera!

jueves, 14 de junio de 2012

Una historia de enanos y gigantes

Como te sentirías frente un hombre que quiere matarte, y mide poco más de 3 metros, Además de su increíble altura, lleva una armadura bastante impresionante. Traía un casco de bronce en su cabeza, y llevaba una cota de malla de 57 kilos encima.  Sobre sus piernas traía espinilleras de bronce, y jabalina de bronce entre sus hombros. El asta de su lanza era como un rodillo de madera, capaz de sostener el techo de una casa, y tenía el hierro de su lanza con un peso de 6.6 kilos aproximadamente. Y además de todo eso,  va un escudero delante de este gigantón, cuidándolo con un mega escudo. Así son los gigantes que nos asechan, así son los miedos con los que batallamos todos los días… son grandes, intimidantes e impresionantes. ¿Cómo le hacemos para vencerlos?

El reino de Israel estaba en guerra contra el pueblo filisteo. Cada ejército estaba en un monte, los separaba una llanura muy grande. Un día temprano, del monte de los filisteos baja un gigante (justo como lo describimos). Baja el mejor hombre de todo el pueblo, se llamaba Goliat: (1º Samuel 17:5-7). Así que Goliat baja a la llanura y comienza a gritarle al ejercito de Israel diciendo que busquen a alguien, el mejor de su ejercicito y se jueguen la guerra completa en una batalla uno a uno, el mejor y el mejor de cada uno. Todo el ejercito de Israel no solo temblaba de miedo, si no que se paralizaron completamente. Pasaron 40 días y nadie tomaba el valor para decidir bajar y salir a enfrentar al gigante.

Un día, David, un cuidador de ovejas de Belén, llega a la concentración del ejercito para  llevar alimentos a sus hermanos. (Para conocer más sobre David, puedes leer las entradas anteriores). Al llegar David al campamento y escuchar el reto de Goliat, en lugar de amedrentarse, sintió mucho coraje de saber que alguien llegaba a insultar a su pueblo y a su Dios. Así que empieza a preguntar: (1ºSamuel 17:26-27) “¿Qué harán al hombre que venciere a este filisteo, y le de la victoria a Israel?, Porque ¿quién es este filisteo incircunciso (pecador, indigno), para que provoque al ejercito del pueblo del Dios viviente?. ”

Pero el indicado para pelear era otro, Saúl era el ideal. Se nos había dicho que era el de mayor altura en todo el país, era bien parecido, gran hombre de guerra, y por si fuera poco, era el rey. Sin embargo, Saúl moría de miedo, así que promete una gran recompensa para quien decida tomar el reto.

David insistía en saber qué se ganaría aquel que venciera al gigante. Así que su hermano mayor se fastidia y le dice: (1ºSamuel 17:25) “¿Para qué has venido hasta acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido.” Su hermano está bastante enojado, lo confronta y lo menosprecia. Prácticamente Eliab, su hermano, lo regaña por ir a “metichear”. Recordemos de dónde viene este sentimiento. Cuando el profeta Samuel le dice a David que será el próximo rey de Israel, antes de aprobar a David, descalificó a sus 6 hermanos mayores, entre ellos Eliab; así que los celos ya venían acumulados. ¿Qué harías si tu hermano mayor te trata así? David lo ignoró por completo.

Así que Saúl oye de David y lo que anda diciendo y lo manda llamar. Y toda esta historia no se basa en la utopía o en la supremacía de David, sino que David no ve a Goliat como un gigante, para él solo DIOS es gigante. Esto nos lleva a pensar, cuando tienes un gigante frente a ti, que te amedrenta, te da miedo y te hace sentir bastante pequeño, ¿cómo peleas?, ¿ganas o pierdes?. En este caso, Saúl se preocupa un poco por David, era su músico personal, jamás lo hubiera visto como el guerrero vencedor, así que le pone su armadura real, que era muy semejante a la que te describí de Goliat, pero en escala. Sin embargo, David se la quita, era demsiado pesada para él y no estaba acostumbrado. La verdad es que lo que funciona para unos, no funciona para otros. Dios usa diferentes herramientas para cada uno. Y con David usó solo unas piedritas y una honda, nada más.

Así que el gigante Goliat se acerca a David, junto con su escudero delante de él.  Y cuando el gigante ve a David y lo menospreció, porque era un muchacho nada más.  Así que Goliat le dijo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses, y continuo diciendo: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo.  Y en plena calma, sin miedo, ni las piernas temblando, David le dije al gigante: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a enfrentarte en nombre de Dios, a quien tú has provocado. Dios te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. David venció el peor enemigo que tenemos en nuestra vida: EL TEMOR. Y metiendo David su mano en su mochilita, tomó de allí una piedra, y la tiró con la honda, y le dio al gigante justo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó en tierra completamente muerto.Así venció David al gigante, sin ninguna espada, ni armadura pesada o impresionante. Entonces corrió David y se puso sobre el gigante; y tomó la espada de Goliat y le cortó la cabeza. Obviamente cuando todos los filisteos vieron esto, salieron corriendo de miedo.  Nadie podía creer lo ocurrido, pero David literalmente había matado al gigante.

La verdad es que enfrentar gigantes es una tarea amedrentadora. La mayoría de las veces nos toco pelear la batalla solos. Pero a medida que confiamos en Dios, entonces se convierte en una experiencia estabilizadora. Las victorias son memorables, ¡lógralas!.

Y de pura casualidad, ¿no eres el gigante de alguien más? Acaso le estás fastidiando la vida a alguien, y hay por ahí otros que batallan lidiando contigo. Busquemos ganarle a nuestros gigantes y tampoco ser gigantes. Recordemos siempre lo que Dios le dijo a Samuel cuando estaba buscando al segundo rey de Israel: (1ºSamuel 16:7) No te fijes en la apariencia, ni a lo grande de su estatura, porque yo no me fijo en eso; Dios no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Dios mira el corazón. No te fijes en las apariencias que cambian constantemente, enfócate en lo que hay en el corazón. Cuando tus gigantes te quieran hacer chiquito y te den miedo, confía en que Dios nos ayuda a vencer sin muchos aspavientos, solo con la confianza en él.

¡Cambio y Fuera!

jueves, 7 de junio de 2012

Música Ligera

¿Qué es lo peor que te ha pasado? Dolor, enfermedad, tristeza, depresión, amargura… Y ¿qué crees que sería lo peor que te pudiera pasar? Piensa en lo peor que pudiera pasarte, o a lo que le tienes mucho miedo que pudiera llegarte a pasar…

A Saúl, el primer rey de Israel, le pasa la peor catástrofe que pudiera sucederle a cualquier ser humano. No existe un estado más terrible, temible y de ruina, que saber que Dios se ha ido de algún lugar. Y Saúl tuvo el infortunio de presenciarlo, Dios le dice directamente que se irá de su vida y a partir de entonces un “espíritu malo” lo acompañó. Hoy en día estamos tan relacionados con saber que podemos recurrir a Dios en cualquier momento, que lamentablemente, en muchas ocasiones no lo valoramos. Y usamos a Dios como pastillita de remedio rápido para los achaques de la vida. Sin embargo, en el principio de la historia del hombre, en la primera mitad de la Biblia, ¡Dios jamás vivió en la vida de nadie! La presencia de Dios vivía solo en el arca (una gran caja que estaba en un lugar especial), con excepción de Saúl y David. Saúl fue el primer rey de Israel (te recomiendo el blog anterior para ver su historia), y Dios le dijo que la presencia de Dios viviría en él, ¡que privilegio!. Sin embargo  fue sumamente necio y desobedeció en varias veces a Dios… Así que Dios se enoja y le jura que Su presencia se irá de su vida. No concibo mayor castigo que este. Saúl jamás podría tener la oportunidad de recurrir a Dios, sentir su presencia, preguntarle algo, sentir su amor, su apoyo… ¡NADA!. Hoy en día cuando pedimos ayuda a Dios y Su espíritu vive en nosotros, NUNCA SE VA.


Así que Dios le dice que le mandará un “espíritu malo”, la historia no detalla a qué se refería, sin embargo nos menciona que lo volvía completamente loco. Hoy en día, podríamos hacerla analogía con los trastornos de personalidad como la bipolaridad. Algunos eruditos de la Biblia nos explican que se volvía loco, y tenía  un poder que se posesionaba de él quitándole su paz mental y agitando sus sentimientos, ideas, imaginación y pensamiento. El mal de Saúl era muy visible y todos en el reino se dieron cuenta. Así que le sugirieron que mandara traer algún muchacho que supiera tocar el arpa (instrumento que produce música suave y muy común en aquel tiempo). De modo que cuando Saúl se trastornara a su locura, el músico tocara un poco y con esto lograra calmarse el pobre rey. (1 Samuel 16:16-17) En aquel entonces, y aun ahora, se cree que la música calma pasiones desenfrenadas y cura enfermedades mentales.

Y justo aquí es donde David, el hombre que tenía un corazón como el de Dios, salta en la página. (1 Samuel 16-18) Uno de los sirvientes del rey Saúl se acuerda que hay un hijo de Isaí en Belén, que es muy buen músico, además es valiente, vigoroso, hombre de guerra, prudente y guapo… y Dios estaba con él. El libro de Samuel describe el currículum de David como algo bastante impresionante, nadie cubría mejor el perfil para calmar al loco de Saúl.

A David le habían dicho muchos años antes que sería rey de Israel, ¿cuándo, cómo, por qué? Jamás le dijeron, solamente el sacerdote más importante en el reino fue y le prometió que Dios lo haría rey.  Recordemos que David era pastor de ovejas, el oficio más aburrido y poco importante que pudiera existir, y era muy bueno en eso. Pero sobre los oficios del rey no tenía ni idea, así que cambiar de oficio y convertirse en el músico de Saúl era el lugar ideal para que aprendiera a ser rey. De pastor de ovejas a músico de arpa, David iba pasito a pasito, literalmente, sus oficios parecían ser cada vez más insignificantes para alguien a quien le prometieron el reinado.

Y al poco tiempo, Saúl queda encantado con el nuevo músico, a quien le pide que ya se quede a vivir en el palacio real. Pero David, jamás le dijo a Saúl que  lo habían ungido rey, no era nada presumido, si no que le daba el lugar a quien era el rey actual, más allá de aprovechar la nueva plataforma para irse posicionando.

Martin Lutero dijo “Después de la Palabra de Dios , es la música la que merece la mayor alabanza”. La música cura el alma y calma las pasiones más alocadas, aun la bipolaridad de Saúl. ¿Tu cómo usas la música? Solo para tu placer personal, porque esta de moda aunque ni sabes el mensaje que se transmita. La música la creó Dios desde antes de crearnos a nosotros, ¿sabías eso?, en el libro de Job 38:1-7 Dios dice que las estrellas cantan y alaban y desde el principio se canta y se alaba. Y la creó para que a través de ella podamos relacionarnos mejor con Él, pero igual que muchas otras cosas, la hemos mal usado. Me parece interesante que el reformador Martin Lutero creía que la Reforma (es decir, el cambio en la forma en que la iglesia se relacionaba con la gente), no estaría completa hasta que los creyentes de Cristo tuvieran dos cosas: una Biblia en su idioma y un conjunto de canciones para complementar su relación con Dios. La Biblia la necesitamos para comprender profundamente nuestra fe, y las canciones son las expresiones de nuestra fe.

Música ligera es lo que David usó para calmar la loquera del rey Saúl. El hecho de que Dios mandara a su Hijo a sacrificarse por nosotros produce el mismo efecto en nosotros, que la música que David producía en el rey bipolar. Dios nos da la oportunidad de vivir una vida positiva y plena, libre de la prisión de la depresión y  de la desesperanza humana. Aprovecha la música que Dios nos da para calmarnos, porque vaya que necesitamos música ligera y alegre para este tiempo turbulento.

¡Cambio y Fuera!