Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. (Mateo 5:10-11)
La última bienaventuranza dice: Bienaventurados los que padecen persecución, porque de ellos es el reino de los cielos. Mateo 5:10-12. ¿Te suena familiar?.
Cuando Jesús dice que son muy afortunados aquellos que padecen persecución, se refiere a tres tipos de persecución. La primera es ser vituperado, ¿qué significa?, ser verbalmente abusado, insultado, burlado y/o mofado. La segunda es ser perseguido, es decir, herido, separado, atacado, torturado, martirizado, y tratado con hostilidad. Y por último ser objeto de cualquier clase de habladurías o mentiras. Sin embargo, la mayoría de nosotros nos sentiremos poco identificados con las definiciones anteriores. Generalmente tenemos la idea de que la persecución solo se presenta en lugares muy lejanos y solo sentimos lástima por quienes lo padecen.
¿Cómo puedes ser perseguido en tu día a día?, ¿alguna vez te habías preguntado eso?. Jesús habló de esta bienaventuranza para todos los que queramos ser sus discípulos y vivir con él. Las primeras siete bienaventuranzas se refieren a las condiciones del corazón y disposición que tengamos a parecernos más a Jesús. Sin embargo esta última es una prueba a nuestro carácter.
Pero, ¿por qué somos perseguidos?. Hay cinco razones principales. Razón uno, porque no somos de este mundo, el apóstol Juan lo dice en su evangelio Juan 15:19 “Si fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no son del mundo, antes yo los elegí del mundo, por eso el mundo los odia.”. Razón dos, porque al decir no al pecado, ganamos bastantes enemigos. Razón tres, el mundo no conoce a Dios. Y la última, es que el mundo tiene otro concepto de Dios, el mundo en general ve a Dios como un súper abuelito, al que le pides juguetes, dulces, que te cubra las travesuras, que se ría de todas tus gracias.. etc., lo opuesto al verdadero concepto de quién es Dios. El apóstol Juan lo dice en su primera carta, 1ªJuan 3:13 “Hermanos míos, no los extrañe si el mundo los odia.” Desde entonces se veía que pasaríamos por todo esto.
Retomando la pregunta anterior, ¿cómo podemos ser perseguidos en el día a día?. Para empezar la persecución física. Pero también los insultos y calumnias, despojo de nuestros bienes. Y problemas y diferencias en la familia. Y tal vez no te correrán de tu casa o alguien vendrá a intentarte matar a machetazos por decidir seguir el estilo de vida de Cristo, sin embargo analicemos qué significa ser cristianos. Ser cristiano es decidir vivir como Jesús vivía, es decir, con responsabilidad, honestidad, integridad, sin mentiras, sin hipocresías, decir no al chisme, dejar las envidias, no hacer malos manejos del dinero, ser fieles, dejar el egocentrismo y vivir para servir a los demás… Así que cuando decides vivir así, es altamente probable que mucha gente te persiga, es decir, hablen de ti, te molesten, busquen hacerte fallar, y busque derrotar tus ganas y esfuerzos por ser diferente al resto… Ves como es para todos la bienaventuranza.
Al primer indicio de molestia, descontento, acusación, “carrilla” o cualquier tipo del famoso “bullyng”, por hacer lo que es correcto y no lo que todos esperan que hagamos, morimos de pena y queremos ser simplemente como los demás. 1ªPedro 4:16 nos recuerda: “pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.”
Jesús dice en la segunda parte de la bienaventuranza que la recompensa es triple, es decir, de nosotros será el Reino de los Cielos, nuestro galardón será grande en los Cielos y además seremos comparados con los profetas y apóstoles por sufrir por causa de Jesús. Cada vez que tengas miedo, enojo, pena o desacuerdo por tu persecución, alégrate, ¡vale la pena!. ¿Te excluyen por ser honesto?, ¿te hacen a un lado por ser íntegro, fiel, responsable, paciente, no vengativo?... No guardes rencor. Reacciona con alegría y no dejes que la naturaleza humana te traicione. Mateo 5:12 dice: “Gócense y alégrense, porque su recompensa es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.” Que increíble que así como se habla de Daniel, Isacc o Jeremías, se hablara de nosotros, ¿no crees?.
¡Cambio y Fuera!
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