martes, 11 de junio de 2013

La mejor inversión

Hace un par de siglos un joven inmigrante de dieciséis años tuvo que dejar su hogar porque su padre era demasiado pobre para sostenerlo. Salió con sus bienes materiales en un paquete que llevaba en su mano. Cuando el joven del campo llegó a la gran ciudad de Nueva York descubrió que era difícil conseguir un empleo. Recordando las últimas palabras de su madre y el buen consejo que le dio el capitán de un barco, el joven dedicó su vida a Dios, determinando devolver a su Señor la décima parte de cada dólar que ganaba. Así que, cuando recibió su primer billete de un dólar, dedicó diez centavos a Dios. Y seguía haciéndolo a lo largo de los años. Después de unos años llegó a ser socio de una fábrica de jabón. Y más tarde compró la parte de su socio e incluyó a su hermano en la firma. Instruyó a su contador que abriera una cuenta a nombre de Dios y que depositara allí la décima parte de todas sus ganancias. El negocio creció maravillosamente y el propietario decidió dedicar a Dios 20% de sus ganancias; luego 30%, después 40% y finalmente 50% de las ganancias. Parecía aumentarse sus ventas en proporción con su generosidad, y pronto la marca de su jabón llegó a ser conocida en todo el mundo. El finado William Colgate era este hombre que Dios prosperó tan notablemente por su gran fidelidad.
¿A ti te sobra el dinero? o ¿conoces a alguien a quien sí?... ¡Claro que no! A nadie le sobre el dinero, siempre nos falta, casi no tenemos, nunca es suficiente; así que escribir sobre dar dinero a Dios es una completa locura. Pero lo que se nos olvida es que aunque nos esforcemos por trabajar mucho y ser cada día más millonarios o menos pobres, como lo quieras ver, quien nos da o nos quita es Dios. Dios es dueño de todo.
Siempre nos quejamos de lo mucho que nos falta y tenemos una lista en mano de todo lo que necesitamos, pero la verdad es que Dios nos ha dado muchísimo. Y nos lo da con una razón, (Hechos 20:35) “Les he enseñado que deben trabajar y ayudar a los que nada tienen. Recuerden lo que nos dijo el Señor Jesús: “Dios bendice más al que da que al que recibe.Aquí está la clave para que nos deje de faltar: DAR. En Lucas 6:38 nos lo vuelven a repetir: “Denles a otros lo necesario, y Dios les dará a ustedes lo que necesiten. En verdad, Dios les dará la misma medida que ustedes den a los demás.
Pero antes de dar a otros es momento de dar a tu iglesia, a esa iglesia donde vas con cierta regularidad a conectarte con Dios. Escuché hace poco que a la iglesia se le debe dar “cuando se puede, quiere y tiene”… ¡Por eso no damos! Desde el Génesis, el primer libro de la Biblia, Dios nos cuenta la historia de Caín y Abel, de los primeros habitantes en la tierra, estos dos hermanos debían dar el 10% de lo que ganaran en su trabajo (sembrar, cosechar o cazar), en ese tiempo aun no hay iglesias, así que era necesario que tomarán ese porcentaje de sus ganancias en especie y lo dedicaran a Dios. Abel lo lleva con un corazón agradecido, pero Caín va muy enojado porque “no le va a alcanzar si da este porcentaje”… La historia termina en una asesinato, pero lo más importante es que desde el principio a Dios le importa que le demos el 10% de lo que recibimos con alegría, sabiendo que es una forma de agradecer lo mucho que Él nos da.

Un proverbio dice: “Demuéstrale a Diosque para ti él es lo más importante.Dale de lo que tienesy de todo lo que ganes; así nunca te faltaráni comida ni bebida. (Proverbios 3:10) Dios es el dueño de todo, no necesita nuestro dinero, pero necesita que aprendamos a desprendernos y dejar de amar el dinero más que a cualquier otra cosa. Es necesario que demos nuestro diezmo para que la iglesia pueda seguir en pie, cualquier a la que decidas ir, para que pague luz, renta, sillas, limpieza, etc. ¡Así de sencillo!

Pero tengamos cuidado, porque más que la cantidad a Dios le importa la actitud. (2ºCorintios 9:6-10) “El que da poco, recibe poco; el que da mucho, recibe mucho.» Cada uno debe dar según crea que deba hacerlo. No tenemos que dar con tristeza ni por obligación. ¡Dios ama al que da con alegría! Dios puede darles muchas cosas, a fin de que tengan todo lo necesario, y aun les sobre. Así podrán hacer algo en favor de otros.

Si estás dispuesto a “invertir” tu dinero en apuestas inciertas y donde casi siempre saldrás perdiendo mucho, dale una oportunidad a Dios. Dios es la mejor inversión que existe. Anímate a dar el 10% de lo que ganes en tu iglesia, con la actitud correcta y verás que Dios sí cumple lo que ha prometido desde hace miles de años. No es un chantajista, como los muchos que ya has probado.  Dicen que: “En el pedir está el dar”, pero con Dios: “En el dar está el recibir”. Esto no es obligación, es una decisión personal, pero vale la pena que se convierta en un estilo de vida y un hábito.

Deja de aferrarte al dinero esperando que el dinero te dé más dinero. Dicen que la definición de locura es “hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes”, atrévete a hacer algo diferente y verás cómo los resultados te sorprenderán, decídete a DAR y prepárate para RECIBIR.


¡Cambio y Fuera!

lunes, 27 de mayo de 2013

El Verdadero "KARMA"

¿Por qué seremos tan egoístas? Leí que (Martínez, 2010) “según un estudio, el deseo de hacer cosas buenas por los demás podría tener una causa genética. Algo así como "altruismo" genético. Al menos eso es lo que sugieren los resultados de un estudio realizado por científicos de la Universidad de Bonn, en Alemania, en el que se constató que un cambio minúsculo en un gen particular estaba relacionado con una voluntad significativamente mayor de proveer a otros.” De ser así, parece que algunos están “a salvo” de ser generosos y no se deben de preocupar por eso en lo absoluto.

El diccionario define generosidad como la virtud que nos conduce a dar y darnos a los demás de una manera habitual, firme y decidida, buscando su bien y poniendo a su servicio lo mejor de nosotros, tanto bienes materiales como cualidades y talentos. La definición es mucho más compleja que una simple limosna en la calle, o dar las sobras a algún mendigo que se nos cruce. Ser generoso es un hábito, es decir, una acción continua y decidida; que además no da sólo las sobras, si no lo mejor para los demás.

¿Será que ser generoso es cuestión de genética? El creador de la genética, es decir, Dios, dice que (Hebreos 13:16) “Nunca se olviden de hacer lo bueno, ni de compartir lo que tienen con los que no tienen nada. Ésos son los sacrificios que agradan a Dios.” Empieza la frase con un “nunca se olviden”, porque Dios sabe que ser generosos no es algo que vaya con “nuestra naturaleza”, al contrario, nos encanta ser egoístas, avaros y sólo pensar en nosotros mismos. Lo que más me llama la atención es la última parte de la cita anterior, “ésos son los sacrificios que agradan a Dios”. Para empezar, Dios sabe que compartir lo bueno que tenemos es un sacrificio, o sea, nos cuesta muchísimo trabajo. Pero además de todo, a Él no le interesa si dejas de comer, o vas de rodillas por todo un país; el sacrificio que le importa es que dejemos el egoísmo y busquemos dar lo mejor de nosotros a los demás.

He escuchado mucha gente decir que no vale la pena leer la Biblia, y solo recuerdan la siguiente parte de Mateo 22:37-40: “El primer mandamiento, y el más importante, es el que dice así: “Ama a tu Dios con todo lo que piensas y con todo lo que eres.” Y el segundo mandamiento en importancia es parecido a ése, y dice así: “Cada uno debe amar a su prójimo como se ama a sí mismo.” Toda la enseñanza de la Biblia se basa en estos dos mandamientos.” Pero amar a los demás no solo se refiere a amar a tus seres queridos. Vale la pena hacer referencia a otra cita en Efesios 5:2: “Deben amar a los demás, así como Cristo nos amó y murió por nosotros.” El reto se complica. Amar a Dios se resume en amar a los demás como Jesús nos ama a nosotros. Así que la teoría que mencionamos al principio, sobre como el altruismo o generosidad es solo para unos cuantos, para Dios no es cierta; al contrario estas actitudes son para todos, sin exclusividad. De hecho, suena loco, pero en la Biblia se habla más sobre dar, que del mismo infierno. Dar es la principal característica de Jesús, cuando buscamos tener esa actitud dadivosa es cuando verdaderamente nos parecemos a Él.

¿Has oído lo que dicen del karma? Que todo se regresa y esa debe ser la razón para ser “buenas personas”. La realidad es que Dios lo explicó desde el principio de los tiempos: (2ºCorintios 9:6-8) “Acuérdense de esto: «El que da poco, recibe poco; el que da mucho, recibe mucho.» Cada uno debe dar según crea que deba hacerlo. No tenemos que dar con tristeza ni por obligación. ¡Dios ama al que da con alegría! Dios puede darles muchas cosas, a fin de que tengan todo lo necesario, y aun les sobre. Así podrán hacer algo en favor de otros.” Nada de karma ni polvos mágicos, da con alegría de lo mucho que Dios te da, para que te siga llegando aun más.

Siempre me gusta tener en mente la frase de C.S. Lewis “Todo lo que no es eterno, es eternamente inútil”. Así que no vale la pena que acumulemos cosas. Vale la pena dar a otros. Es un hábito que nos dará recompensas eternas. No es cuánto dinero tengo yo, si no cuánto tiene el dinero de mí. Da tu tiempo, tu dinero, tu respeto, tus palabras, tu puntualidad, aquello de lo que puedas prescindir, tu buena actitud, tu sonrisa, tu oído, un aventón a algún amigo, comida…. ¡Sobran formas de ser generoso! Solo atrévete a serlo. No te conformes con tu genética egoísta, adopta el estilo de vida aquel es que mucho más que genes, busca parecerte a Dios.

¡Cambio y fuera!
 REFERENCIAMartínez, Y.,  “Investigadores alemanes encuentran el “gen del altruismo”, tomado el 22 de mayo de 2013 de: http://www.tendencias21.net/Investigadores-alemanes-encuentran-el-gen-del-altruismo_a5066.html    

miércoles, 22 de mayo de 2013

El dúo dinámico


Te faltan respuestas, no encuentras la solución, te sientes incompleto, no encajas, por más que haces sientes que sigues siendo inútil, las cosas se están saliendo de control. ¿Te sientes identificado? Algo estamos haciendo mal, porque todos nos sentimos igual. El gran problema es que nos hemos vuelto adictos a tener el control de nuestra vida, pero parece que no está dando los mejores resultados.

Pon toda tu confianza en Diosy no en lo mucho que sabes. Toma en cuenta a Diosen todas tus acciones,y él te ayudará en todo. No te creas muy sabio;obedece a Dios y aléjate del mal; así te mantendrás sano y fuerte.” (Proverbios 3:5-8) Sin duda es uno de los mejores consejos que he leído en mucho tiempo. Dios está diciendo en pocas palabras: deja de creerte el sabe lo todo, hazme caso. Deja de confiar en tu ego y tu lógica.

¿En cuántos lugares has buscado respuesta? Horóscopos, meditación, consejos de amigos, lectura de café… ¿sigues en las mismas? Dale una oportunidad al consejo que Dios nos da en proverbios: “No te creas muy sabio, obedece a Dios”.

Así como el tesoro escondido, la maldición escondida está en confiar en nosotros mismos. Dios dice en Jeremías 17:5 que “¡Maldito quien confía en los demás!¡Maldito quien confía en sí mismo!¡Maldito quien se aleja de mí!”. Enfrentemos la realidad, somos seremos humanos imperfectos, en un continuo proceso de aprendizaje basado en prueba y error, sin idea alguna de cómo resolver nuestra vida; así que confiar en nosotros mismos y nuestra realidad es maldición segura. Confiar en otros con los mismos problemas que nosotros ni se diga. Solamente podemos confiar en Dios, Él nos hizo, y sabe la manera perfecta de llevar nuestra vida.

Dios nos ama a pesar de conocernos perfectamente, sabe lo que hacemos y dejamos de hacer cada segundo, sabe lo que vamos a pensar o hacer antes de que suceda… y aun así ¡NOS AMA!, un poco más claro: ¡TE AMA!. Sin duda alguna, es la pareja perfecta para confiar. Además nos prometió que siempre estaría con nosotros, en Mateo 28:20 dice le dice a uno de los apóstoles: “Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes, hasta el fin del mundo.” Y lo mejor de Dios es que Él si cumple lo que promete, a pesar de que nosotros no siempre cumplamos la parte que nos corresponde.

Confía en Dios, si le has dado oportunidad a tantas cosas, alternativas, consejos, libros, terapias, etc…. Prueba con Dios, ¡vale la pena!. (Hebreos 10:35-36) “Por eso, no dejen de confiar en Dios, porque sólo así recibirán un gran premio. Sean fuertes, y por ningún motivo dejen de confiar en él cuando estén sufriendo, para que así puedan hacer lo que Dios quiere y reciban lo que él les ha prometido.”

Así que cuando estés en crisis y sientas que pierdes el control puedes seguir el siguiente plan de acción. Primero recuerda  que Dios todo lo ve. Elimina  todo lo que no es necesario, malos hábitos, malas compañías, el drama. Has lo que te corresponde, deja de enfocarte en los demás. Enfócate en Dios, no en ti. Dios tiene la respuesta así que deja de perder el tiempo.

La mayoría preferimos tener el control porque no confiamos en los demás, hemos sido defraudados en demasiadas ocasiones, así que preferimos arreglar las cosas a nuestro modo. La única manera de comprobar que Dios es confiable, es poniéndolo a prueba. Dios te ama, déjale el control y encontrarás la paz que tanto estás buscando, y además las cosas tendrán un mucho mejor final.

¡Cambio y fuera!

jueves, 28 de marzo de 2013

Control Freak


Si estuviéramos en una película de aliens vs. humanos, creo que la única forma de identificar unos de otros, sería que a los humanos nos encanta, nos vuelve locos, tener el control. Es más, perder el control es sinónimo de locura para cualquiera que se considere ser humano. Además de ser adictos a controlar el mundo, también tenemos algo o alguien que nos controla de vez en cuando.

Pero, ¿por qué nos fascinará tener el control?. Creo que todo tiene que ver con el ego, somos adictos a nosotros mismos, y eso nos mete en muchísimos problemas, si no es que en casi todos. Y es que se nos olvida que al mundo llegamos desnudos y sin nada, y nos vamos de la misma manera. Es momento de hacer un alto, (Salmo 46:11) “Con nosotros estáel Dios del universo;él es Dios de nuestro pueblo,¡él es nuestro refugio!”.

Lo más interesante es que todo lo que conocemos y desconocemos Dios lo hizo. El es dueño de todo, desde lo más chiquito hasta lo más grande, todo se hizo por Él y para Él. Es por eso que amamos a Dios por lo que ha hecho, no amamos las cosas que ha hecho. Al ser Él el dueño de todo, nosotros no tenemos control, sólo Él. La verdad es que Dios nos ganó al inventar todo, no hay algo que podamos hacer más grande que lo que Él ya ha hecho. Todo lo que conocemos o somos capaces de “hacer” es una adaptación o combinación de elementos ya existentes. Recordemos la teoría: “La materia no se crea ni se destruye, solo se transforma.”

Así que resulta bastante gracioso cada vez que nos volvemos locos por tener el control de todo, porque al no ser dueños ni creadores, es prácticamente imposible poder controlar lo que sucede o deja de suceder.

Darle el control a Dios no es una opción, Él lo tiene queramos o no, sin embargo al reconocerlo dejamos de estresarnos y vivimos con mucha más tranquilidad.  No podemos darnos el lujo de hacernos indiferentes ante la opinión del creador y dueño. Y lo mejor de todo es que Dios tiene mejores planes para nosotros que nosotros mismos, Él conoce el pasado, el presente y el futuro, esto le da una ventaja a su visión porque la nuestra es corta y limitada.  En Jeremías 29:11 nos lo recuerda: “ Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar.

¿Cómo lograr cederle el control a Dios? En primer lugar cree, decide creerle a Dios. Conoce todas las promesas y planes que tiene para ti a través de la Biblia, solamente ahí encontrarás el propósito de tu vida. Ahora es tiempo de actuar, créele a Dios, pero también actúa conforme a su manual de instrucciones (la Biblia), porque sólo entonces podrás tener buenos resultados.

Dios dice que somos sus hijos, el es el dueño del universo, el Rey por sobre todas las cosas, así que actúa como verdadero hijo de Dios y como parte del mejor reino que existe o existirá. Piensa en cualquier historia sobre reyes,  reinos mágicos o históricos, el rey tiene el control de todo y los habitantes del reino solo obedecen. La diferencia es que los reyes a los que estamos acostumbrados basan sus decisiones en berrinches, caprichos, ser egoístas y vivir bajo la influencia de sus antojos y placeres; pero Dios para nada es así, al contrario. El único interés de nuestro rey es darnos la mejor vida, el mejor carácter y las mejores recompensas. Confía en tu rey. No vale la pena competir por el control con Dios, porque ¡es Dios!.

Desde que somos niños, una de las primeras palabras que aprendemos es “mío”, pero jamás “tuyo”. Batallamos muchísimo para compartir. Con Dios no podemos jugar a los niños chiquitos, todo es suyo, nada nuestro. Aprendamos desde ahora para ahorrarnos muchos problemas.  Y lo mejor de confiar en Dios es que Él no cambia. Cuando confiamos en nosotros o en cualquier otro ser humano, estamos depositando nuestra vida en gente inconsistente, cambiante, que se dejan llevar por sus emociones y deseos; pero Dios es el mismo, ha sido el mismo y será el mismo; su amor y promesas jamás cambiarán, sin importar nuestra propia humanidad.

Dale el control a Dios, elige tu respuesta ante las circunstancias. Dice Gálatas 2:20 que “En realidad, también yo he muerto en la cruz, junto con Jesucristo. Y ya no soy yo el que vive, sino que es Jesucristo el que vive en mí. Y ahora vivo gracias a mi confianza en el Hijo de Dios, porque él me amó y quiso morir para salvarme. No es por nosotros, nuestra capacidad o esfuerzo que logramos sobresalir, es Jesús, el hijo de Dios, quien hace que salgamos adelante. Es momento de aceptarlo.  Y además, ¡es una orden!, no es una opción: ¡NO TE PREOCUPES!. Jesús dijo en Mateo 6:34 que “Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada día. Las estadísticas dicen que el 85% de los mexicanos tenemos gastritis y México es el 5to país más estresado en el mundo, buscar tener el control de todo no está resultando de manera favorable, decide hoy mismo darle el control a Dios; cree en sus promesas, vive conforme a sus mandatos para entonces tener paz y esperar los mejores resultados.

¡Cambio y Fuera!

jueves, 21 de marzo de 2013

El Mejor Sexo de tu Vida


¿Quiénes son más calientes los hombres o las mujeres? …. La verdad ¡todos!, todos somos calientes, en realidad, muy calientes. Pero entonces, ¿a quién le echamos la culpa?, aunque no lo creamos la culpa es de Dios. ¡Sí, leíste bien!, de Dios. La Biblia no sólo habla del cielo, del infierno, de los ángeles, también habla de cómo tener el mejor sexo de tu vida. ¿Te interesa?

Dios hizo todo lo que conocemos, incluso a nosotros mismos, Él nos creó. Y lo mejor de todo es que nos creó perfectos. Cuando Dios creó al hombre, pensó que no era bueno que estuviera solo, así que le hizo a su pareja de vida, ideal y perfecta, la mujer. Y lo primero que les dijo fue: (Génesis 2:24) “dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Dios creó el sexo perfecto y como una orden para los seres humanos.

Lamentablemente la idea del sexo ha cambiado mucho desde que se creó. Hoy en día el sexo está muy distorsionado, es una acción completamente hedonista, es decir, solo por mi placer. Cada día se busca obtener un placer mayor, más alto, más grande, y sobre todo rápido, que nos satisfaga solo a nosotros, olvidando su verdadero significado. Es urgente que aprendamos directamente de Dios cuál es el sexo perfecto. Vivimos en una generación adicta al sexo y perversiones, a la pornografía, la masturbación y el ciber sexo. Es penoso, pero todos caemos en alguna de estas adicciones, o al menos alguna vez las hemos incluido en nuestro estilo de vida. Sin embargo la mejor parte es que Dios nos sigue amando con todo y nuestro negro pasado (o presente), con lo que no está de acuerdo es con nuestras acciones. Él nos amará siempre, hagamos lo que hagamos, pero las consecuencias de nuestras acciones no las podemos evitar.

Sabías que en México las estadísticas dicen que las relaciones sexuales se inician, en promedio, a los 15 años. Antes de los 18 años el 50% de los jóvenes ya tienen una vida sexual activa. Los principales consumidores de pornografía en internet son de 12 a 17 años. El 30% de los jóvenes que han tenido relaciones sexuales ya ha tenido una enfermedad de transmisión sexual. Así que nos urge tener información CONFIABLE sobre nuestra sexualidad. Y quién más confiable que Dios.

El mejor sexo viene cuando lo hacemos a la manera de Dios. Él nos pensó, diseñó y creó, nos ha dado todo para vivir la mejor vida, y parte de esto son las instrucciones para tener relaciones sexuales saludables que generen felicidad y no dolor ni culpa. Me encanta lo que dice en 1ºCorintios 10:23 “Todo me es permitido, pero no todo conviene; todo me es permitido, pero no me dejaré dominar.” Es impresionante que Dios nos está diciendo que podamos hacer cualquier cosa, lo que queramos; tenemos libertad de tener sexo con quien deseemos y cuantas veces lo anhelemos; pero ¡no nos conviene!.

Para calmar nuestros deseos locos sexuales la solución está en el dominio propio. Necesitamos dominarnos a nosotros mismos en tres cosas: la manera de hablar, la comida y el sexo. Casi todos batallamos en alguna de esas cosas, es por eso que nos urge que Dios nos ayude a controlarnos y sacar lo mejor de nosotros. Seguramente te estarás preguntando, cuál es el plan de Dios; sencillo, el sexo sólo en el matrimonio. Suena loco, ¿cierto?. Estamos acostumbrados a escuchar que el sexo termina cuando el matrimonio comienza, así que cada día son más las parejas que deciden no casarse y solo “intentar” vivir juntos. Pero el fracaso no lo causa el matrimonio, lo causa que hemos desobedecido y hemos hecho todo de la manera equivocada.

¡Vale la pena esperar!, ¿quieres algunas razones?: Evita embarazos no deseados, prevé enfermedades sexuales no deseadas y silenciosas que tal vez aparecerán en el momento que menos esperas, evitarás esos sentimientos de culpa después de tener una relación vana y sin sentido, es lo mejor para cuidar tu reputación, sin duda es la mejor fórmula para saber si te quieren o sólo quieren tu hermoso cuerpo, sólo así aprenderás a conocer el verdadero amor. Que nunca se nos olvide que el sexo es parte del amar, no es el amor. Dice la Biblia que el Espíritu de Dios vive en nuestro cuerpo, así que nuestra responsabilidad es vivir con eso en mente, sabiendo que nos somos dueños de nuestro cuerpo, Dios nos hizo y Él es el dueño, Él tiene el mejor plan. 

Dios dice que el mejor sexo está en el matrimonio, Hebreos 13:4 “Todos deben considerar el matrimonio como algo muy valioso. El esposo y la esposa deben ser fieles el uno al otro, porque Dios castigará a los que tengan relaciones sexuales prohibidas y sean infieles en el matrimonio.” El matrimonio será exitoso si se busca a Dios primero, por lo que el sexo será mucho mejor que fuera de él.

Sé que esto es completamente diferente a cualquier blog sobre sexo que encontrarás en internet, pero nunca olvides que la virginidad siempre será una virtud, pero tener relaciones sexuales antes del matrimonio siempre será un pecado. Si haces algo y te da pena que Dios te vea, entonces no es algo correcto.  Leí que la hombría es entereza tanto de carácter como físico, perder el control es señal de debilidad. ¿Quieres probar que eres hombre? No motives a tu pareja a que se acueste contigo, sin el compromiso del matrimonio, porque solo das señales de debilidad.

Y como mencionamos al principio, todos tenemos la conciencia sucia respecto a nuestra sexualidad, pero tampoco olvidemos que Dios nos sigue amando, solo nos motiva a cambiar nuestra conducta. (1ºCorintios 6:9-11) “No se dejen engañar. Ustedes bien saben que los que hacen lo malo no participarán en el reino de Dios. Me refiero a los que tienen relaciones sexuales prohibidas, a los que adoran a los ídolos, a los que son infieles en el matrimonio, a los afeminados, a los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, a los ladrones, a los que siempre quieren más de lo que tienen, a los borrachos, a los que hablan mal de los demás, y a los tramposos. Ninguno de ellos participará del reino de Dios. Y algunos de ustedes eran así. Pero Dios les perdonó esos pecados, los limpió y los hizo parte de su pueblo. Todo esto fue posible por el poder del Señor Jesucristo y del Espíritu de nuestro Dios.” Tenemos esperanza, no estamos perdidos, Dios nos perdona. Pero es necesario decirle que estamos arrepentidos y queremos un nuevo estilo de vida. Si la adicción al sexo es tan fuerte que ya no puedes con ella, pídele a Dios que cambie tu mente y te ayude a tener una mente como la de Él, si lo pides de corazón Él te ayudará. Dios te adora y quiere que tengas una mejor vida, pero atrévete a vivir un nuevo estilo de vida.

¡Cambio y fuera!

martes, 5 de marzo de 2013

Heridas del Corazón


       ¿Quién no tiene traumas y heridas en el corazón? ¡NADIE! La verdad es que todos hemos sido lastimados y heridos en el corazón, desde que nacemos, y conforme vamos creciendo las cicatrices aumentan. Pero el problema está en que esas cortaditas hacen que nuestras relaciones actuales o futuras se vayan debilitando y seamos incapaces de tener relaciones saludables. Buscar sanar nuestros traumas es importantísimo para vivir mejor. Pero sólo Dios puede ayudarnos, porque si buscamos en otro ser humano, buscamos en alguien igual o peor que nosotros, pero cuando buscamos ayuda en el que nos creó y sabe cómo funcionamos, entonces tenemos respuestas efectivas que cambian la vida para siempre.

Lo mejor de Dios es que Él nos ve a todos iguales, muy pecadores, pero al mismo tiempo perdonados. ¿No te parece impresionante?, nadie nos conoce mejor que Dios, Él sabe todo lo bueno y malo que hay en nosotros, y aun así nos ha perdonado y nos ama incondicionalmente. Pero lo mejor, es que nos ve a todos iguales. Aun cuando a Jesús, el hijo de Dios, lo estaban crucificando en lugar de sentir odio y rencor, Jesús se atreve a pedirle a Dios que perdone a los que lo están torturando, ¡¿quién de nosotros haría algo así?!; (Lucas 23:34) “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.” Dios nos ha perdonado TODO, no hay un solo detalle que Él no nos perdone…. Es por eso que merece que lo amemos con locura, ha hecho algo impresionante por nosotros.

Pero al conocernos a la perfección sabe que perdonar no es tan fácil para nosotros. Así que a través de los evangelios nos enseña que si queremos que Él nos perdone, es necesario que practiquemos lo mismo a quienes nos han lastimado. En el evangelio según San Juan 11:25 lo menciona muy claro: “Y cuando estén orando, perdonen, si tienen algo contra alguno, para que también nuestro Padre que está en los cielos les perdone sus ofensas.” Me recuerda una historia que Jesús contó a sus discípulos sobre unos deudores y sus jefes, uno de los deudores debía una cantidad muy grande y pide misericordia a su jefe, alegando que no tiene nada con que pagarle, el jefe se apiada de él y lo perdona. Entonces saliendo de aquel lugar, el deudor se topa con un hombre muy pobre que le debía una cantidad mínima, pero llevaba mucho tiempo con esta deuda, así que comienza a gritarle y exigirle que le pague… alguien escucha el pleito y va a decirle al jefe de este hombre, así que inmediatamente le mandan llamar y se le comienza a reprochar, en como es que se le acaba de perdonar una deuda enorme y el no es capaz de perdonar una deuda pequeña. Exactamente lo mismo es lo que Jesús nos dice, si Él nos ha perdonado TODO, nosotros debemos perdonar a quienes nos lastiman. No porque se lo merezcan, pero es lo que mantendrá nuestro corazón y vida en paz.

Y si creemos que es prácticamente imposible hacerlo, y es que yo no se todo lo que te han lastimado o dañado, y seguramente tienes muchas razones para tener odio y rencor hacia esa gente. Pero cuando estamos en Dios, Él nos promete darnos un nuevo corazón, limpio sin heridas, completamente nuevo. En  2º Corintios 5:17 nos dice que “de modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” La clave es estar bien nosotros con Dios, para poder sanar el corazón.

Es urgente permanecer en Dios y en lo que ÉL dice. Es el único que no cambia y que no nos fallará. Juan 8:31-32 dice: “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. La verdad de Dios es la única verdad, es ahí donde realmente encontraremos libertad. El diablo siempre buscar “echarle limón a las heridas”, desde el principio de los tiempos su trabajo es recordarnos el daño que nos han hecho, lo mucho que hemos sido lastimados, etc. Pero en Dios encontramos libertad.

Perdonar es, no solo una palabra complicada, pero una acción muy difícil de llevar acabo. No se trata de olvidar, pero Dios nos ayuda a progresar y seguir con nuestra vida. Tampoco significa negarlo o ignorar los hechos. Empecemos por reconoce si tenemos culpa. Y recurrir a Dios para que nos ayude a perdonar, dejar a un lado las heridas y aprender sobre el verdadero amor, que solo encontramos en Él. Pero recordemos que Dios no nos obliga, es una decisión personal, solo para quien quiera tomar el riesgo.

Hay dos tipos de personas: dependientes e independientes, respecto a sus emociones. Los dependientes son los clásicos que le echan la culpa a todos y todo sobre lo que les pasa, son producto de la “miserable” suerte que han tenido, y se consideran mártires de la vida y las circunstancias. Pero las personas independientes son aquellas que deciden cómo reaccionar ante lo que sucede en su entorno. Cada vez que nos dejamos llevar por lo que han hecho o dejado de hacer los demás, somos dependientes de ellos y negamos nuestra libertad de decisión, y vaya que nos ha costado mucho tenerla. El proceso de perdón y sanidad interior empieza con una decisión personal. La clave está en tomar lo que sirva y desechar lo que hace daño. No generalices, sólo las personas dependientes generalizan y suelen decir que “todos son iguales”, “todos los hombres son gandallas”, “todas las mujeres son manipuladoras”, etc… Pero las personas independientes se dan la oportunidad de conocer persona a persona, aceptar las culpas necesarias, tratar cada caso diferente y sobre todo no le echan limón a sus heridas.

Dios nos adora y quiere que estemos bien emocionalmente, por medio de la oración pídele que te sane y te ayude a perdonar las relaciones dañinas que has tenido. Dice 2º Timoteo 1:7 que: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. La falta de perdón radica en el miedo, la cobardía y la falta de amor, pero Dios dice que nos ha dado un espíritu diferente, nos ha dado amor y la capacidad de dominar nuestras emociones. Así que pidámosle que se vuelva una realidad en nuestra vida.

La única manera de tener relaciones sanas está en Dios, aprendamos a llevarlas a su manera. 2º Timoteo 3:16 dice que “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.” La palabra de Dios es el mejor aliado para sanar nuestras heridas y aprender la mejor manera de llevar nuestras relaciones.

¡Cambio y Fuera!

miércoles, 20 de febrero de 2013

Noviazgo Sano


¿Existe el noviazgo sano? Son pocos los que afirman que así es. El noviazgo o la relación en pareja es uno de los estados más codiciados del ser humano, pero también de los más complejos. Empecemos con el significado, según los diccionarios noviazgo es la relación que existe entre dos personas que tienen la intención de casarse, esto a pesar de que parece que cada día son menos los que tienen la intención de casarse en algún momento.


¿Cuáles consideras los principales problemas de las relaciones de pareja? Personalmente considero los siguientes como los más comunes: celos, caprichos, control y chantaje, asumir cosas, chismes, hipocresía, ser quien no eres, excesiva complacencia, mentiras, diferencias sociales y de metas, competencia, errores en la comunicación, mal concepto de sí mismo, generalidades (todos son iguales), huir de la familia, influencia de amigos, falta de conciencia económica y violencia psicológica o física.

En la Biblia, Dios, nunca habla del noviazgo, solo se habla de relaciones cortas previas al matrimonio. Pero hay una historia en particular que nos hace reflexionar al respecto, la historia de Abraham (el padre de la fe  y su hijo Isacc. En el capítulo 24 de Génesis puedes verlo con mayor detalle, pero te la platico de manera general, Abraham le pide a su sirviente que vaya a su país de origen para buscarle una esposa a su hijo Isacc. Y el sirviente va al lugar que le dijeron y le pide ayuda a Dios para encontrar a la indicada, y la encuentra. Pero el orden fue el siguiente: se acerca a ella, la conoce y después de hablar le hace la propuesta y se la lleva.  Me gusta pensar que ese orden es el recomendable en los noviazgos de hoy en día, es necesario observar, platicar, buscar puntos en común y hacer una propuesta.

El noviazgo es un proyecto con visión, solo buscar pareja por soledad resulta en conflictos graves, incompatibilidad y quebrantamientos graves. Lo mejor del noviazgo es que es un estado de dignidad y equilibrio. Dios está involucrado en todo, no solo en una parte, y a Él le importa muchísimo nuestro estatus emocional. Dios nos adora, somos sus favoritos, así que le duele cada vez que nos rompen el corazón y se alegra cuando estamos felices; por lo mismo quiere que tengamos relaciones saludables. El noviazgo potencializa tu vida, o saca lo mejor o saca lo peor. Se trata de que tu cara brille: La belleza interior exalta la belleza exterior. La verdad es que en este estado se muestra quien eres realmente, ya que es un ensayo para la vida real,  y para un día el matrimonio.

            El noviazgo no es la solución a los problemas en casa, recuerda que saca nuestro verdadero “yo”, y si lo tomas como salida rápida tendrá malos resultados. Parte del concepto real del noviazgo es entender que  no somos dueños de nadie, solo le pertenecemos a Dios, por lo que es una relación de amor, no de pertenencia y control. Tampoco se trata de despreciar o avergonzarse del otro. El que es bruto, cuando está en una relación amorosa se hará mucho más bruto.

Hay cuatro principios básicos para relacionarnos mejor en pareja. El primer principio es el espiritual. Debemos estar bien espiritualmente para relacionarte con alguien más. Necesitamos a Dios, para poder tener un noviazgo sano, solo en Dios encontramos la definición de un amor real sin complicaciones. Siempre recordando el principio de oro: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22:37-39). Busquemos siempre tratar a nuestra pareja como a nosotros mismos. Y es importante que en este principio te preguntes si tu y tu pareja tienen los mismos objetivos, si ambos buscan la espiritualidad como primer lugar.

El segundo principio es el tiempo. El tiempo siempre nos ayuda a tener estabilidad emocional. Tómate el tiempo para conocer a tu pareja a su familia que es lo que le gusta y lo que no y de esta forma poder asimilar si realmente se están relacionando de la manera adecuada.

            El tercer principio es la belleza. Nunca se nos olvide que la belleza es pasajera, sin embargo busquemos tener identidad en Dios, sin compararnos con nadie. Somos de Él, por lo que veámonos como Él nos ve, para Dios somos lo más importante y especial de su creación, dio la vida de Su hijo por nosotros. Sin olvidar que cuando nos ve, ve a su hijo Jesús antes de vernos, así que todas nuestras “cochinaditas internas” no las ve. Este principio se basa en siempre ser congruentes en nuestra belleza interna y externa, es decir, que nuestro exterior refleje lo que hay dentro. Recordando siempre que el noviazgo nos potencializa, para bien o para mal, busquemos que saque lo mejor de nosotros.

El cuarto principio es la cultura. Las historias de hombres ricos que se casan con mujeres paupérrimas y son felices por siempre, o viceversa, son hermosas en la televisión; sin embargo en la vida real siempre será importante ver si tenemos estilos de vida semejantes. Para una relación sana es importante tener ideologías semejantes. Pregúntate: ¿Qué opinan ambos sobre Dios, principios y convicciones?. Si notas diferencias grandes en este ámbito probablemente tendrás conflictos.

Sería increíble que Dios nos mandara una nota personal confirmando que nuestra relación está en la “voluntad de Dios”, pero nos debe bastar con tener paz. Siempre busquemos la paz de Dios en todo lo que hacemos, es decir, que a pesar de los problemas que podamos enfrentar estamos tranquilos y con la conciencia tranquila. Nunca tomemos decisiones apresuradas, usemos el sentido común. Me encanta pensar que el noviazgo sano tiene un objetivo, aunque no te cases con esa persona, ayuda bastante ponerle un objetivo a tu relación. Se trata de una etapa de preparación. Recuerda que el noviazgo resalta nuestro verdadero yo, así que no esperes que ayudarás a cambiar a tu pareja, solo es Dios quien cambia a las personas. Y lo que hagas que siempre sea por Dios, no por tu pareja, Dios representa el amor perfecto, asÍ que es una excelente base para las nuevas relaciones. ¿Por qué no dejas entrar a Dios a tu noviazgo y experimentas un verdadero noviazgo sano?

¡Cambio y Fuera!